Lasso, un exbanquero conservador en el cargo desde mayo, está implementando varios incentivos para despertar el interés de inversores en varias áreas clave, en un intento por generar fuentes de empleo y dinamizar la economía, golpeada fuertemente por la pandemia del coronavirus.
El impuesto a la salida de divisas (ISD), que se cobra a las transferencias realizadas desde el Ecuador a otros países, ha sido duramente criticado por los exportadores que dicen que eleva sus costos.
Además, el impuesto del 5% se reducirá en un punto porcentual el próximo año, dijo Lasso en una entrevista transmitida en sus redes sociales.
«Vamos a bajar el Impuesto a la Salida de Divisas en un punto en el año 2022, una razón de 0,25 puntos por trimestre y eso comienza el 1 de enero», descrito Lasso.
«Es un impuesto al ingreso de capitales que le ha hecho mucho daño al Ecuador», agregó el mandatario. «Por razones fiscales no podemos eliminar de un solo golpe, tenemos que hacerlo de una manera gradual para no impactar las finanzas públicas».
En el 2020, la recaudación del impuesto significó ingresos por cerca de 1.000 millones de dólares, según datos del gobierno.
Lasso dijo además que está trabajando por bajar un abultado déficit fiscal que en este año cerraría en unos 4.000 millones de dólares y para el 2022 se proyecta en 2.600 millones de dólares.
«Gradualmente iremos bajando impuestos en la media en que la situación económica del país lo permita», agregó.
Lasso ordenó en noviembre la implementación de una controvertida reforma tributaria, luego de que los legisladores no lograran bloquear o aprobar el proyecto de ley.
La reforma recaudará unos 1.900 millones de dólares adicionales en impuestos durante sus primeros dos años, en parte aumentan las contribuciones fiscales de las empresas más grandes y reduciendo la cantidad de deducciones que pueden reclamar aquellos que ganan más de 2.000 dólares por mes. (Reuters)