El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el canciller alemán, Olaf Scholz, mantuvieron ayer una conversación telefónica en la que abordaron la posibilidad de ampliar las sanciones a Rusia como respuesta a la guerra contra Ucrania.
En la conversación, que se ha prolongado por media hora, ambos mandatarios han coincidido en el rechazo de cualquier movimiento que entre en conflicto con la integridad territorial y la soberanía ucraniana, por lo que han reforzado su apoyo a la “autodefensa” del país europeo.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit, apuntó que Biden y Scholz han coincidido también en denunciar aquellas declaraciones de autoridades rusas que vayan encaminadas a «desacreditar al liderazgo ucraniano democráticamente legítimo», según recoge la agencia rusa TASS.
Por otro lado, el canciller Scholz anunció que su ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, viajará «pronto» a territorio ucraniano, según ha informado la agencia alemana de noticias DPA.
Este anuncio se da semanas después de la polémica originada por la fallida visita a Kiev del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, quien pretendía trasladarse a la capital ucraniana pero las autoridades de aquel país se negaron como gesto de malestar por su supuesta connivencia con la política rusa durante años, también durante su etapa como ministro de Exteriores.
Steinmeier y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, aclararon ayer sus diferencias en lo que calificaron como una «muy importante y muy buena» conversación en la que el alemán ha trasladado su «solidaridad, respeto y apoyo» a la «valiente lucha del pueblo ucraniano contra los agresores rusos». (Europa Press)