Más de 130 ciudades, desde el Golfo de México hasta los Grandes Lagos, podrían batir esta semana nuevos récords de temperaturas máximas diarias y mensuales. Las máximas alcanzarán los 26,6 grados centígrados en zonas tan al norte como Ohio y Virginia Occidental, algo ciertamente inusual, pero que ya no lo es tanto con el calentamiento del clima.
Aquí hay un claro ejemplo: antes de esta década, Charleston, en Virginia Occidental, solo había alcanzado los 26,6 grados centígrados antes de marzo tres veces en más de 100 años de registros. Pero el increíble calor de esta semana significará que en cuatro de los últimos seis años habrá registrado temperaturas de 26,6 grados centígrados en febrero, que es su máximo normal el 1 de junio.
Un calor récord en febrero —una época en la que se supone que todavía parece invierno— podría no parecer algo tan malo, pero sus consecuencias negativas se extienden por el mundo vegetal, el deporte, el turismo y la agricultura. Y es otra clara señal de que nuestro planeta se está calentando rápidamente, dicen expertos.
“Siempre que se producen estos fenómenos, deberíamos pensar que existe la posibilidad o la probabilidad de que el cambio climático inducido por el ser humano esté aumentando la probabilidad de que se produzcan fenómenos meteorológicos extraños”, declaró a CNN Richard Seager, investigador del clima en el Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia. “Cuanto más continúe, más daños tremendos pueden provocar”.
HIELO MORTALMENTE
DELGADO
En los Grandes Lagos, la cobertura de hielo alcanzó un mínimo histórico para esta época del año, la misma en la que suele producirse la máxima extensión anual de hielo. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), la semana pasada solo el 7% de los cinco lagos de agua dulce estaban cubiertos de hielo, lo que supone una gran diferencia respecto al 35-40% que suele haber a mediados o finales de febrero.
De acuerdo con los científicos de la NOAA, el hielo de los Grandes Lagos sigue una tendencia a la baja. Un estudio reciente reveló un descenso del 70% en la capa de hielo de los lagos entre 1973 y 2017.
La disminución del hielo de los Grandes Lagos cada invierno puede no parecer que tenga un impacto perjudicial, pero ese hielo actúa como un amortiguador para las grandes olas impulsadas por el viento en invierno, informaron los científicos. Sin el hielo, las costas son más susceptibles a la erosión y las inundaciones.
Ayumi Fujisaki-Manome, investigadora científica del Instituto Cooperativo para la Investigación de los Grandes Lagos de la NOAA en la Universidad de Michigan, dijo que la escasa cobertura de hielo también podría preparar el terreno para otra grave tormenta de nieve de efecto lago como la que sufrió Buffalo, Nueva York, en diciembre.
“La humedad y el calor del agua de la superficie del lago son absorbidos por la atmósfera por los sistemas de tormentas, y luego vuelven a caer al suelo en forma de nieve en invierno”, dijo Fujisaki-Manome en un comunicado.
TORNEO CANCELADO
En el lago Champlain de Vermont, el torneo anual de pesca sobre hielo se canceló el pasado fin de semana cuando tres pescadores murieron tras caer a través del hielo. El cadáver de uno de ellos fue hallado horas después de que se esperara su regreso a casa desde el lago, mientras que los otros dos murieron luego de que su vehículo utilitario atravesara el hielo.
Montpelier, Vermont, tuvo este año su enero más cálido registrado desde 1948, y Burlington registró su quinto enero más cálido desde 1884, según el Servicio Meteorológico Nacional de Burlington.
Robert Wilson, catedrático de Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Syracuse, afirmó que el noreste en su conjunto es ahora una “región de calentamiento rápido”, con estaciones invernales que se calientan más deprisa que los veranos debido a la crisis climática.
Y subrayó cómo esta tendencia amenaza algunas de las actividades invernales más apreciadas de Nueva Inglaterra.
“En las próximas décadas, el invierno, tal y como lo entiende la mayoría de la gente, será más corto y cálido, con menos nieve y más lluvia”, afirmó Wilson. “Esto supone una grave amenaza para las actividades recreativas de invierno: motos de nieve, esquí de fondo y esquí alpino”.
RIESGO PARA CULTIVOS ALIMENTARIOS
Las plantas están floreciendo mucho antes de lo habitual en gran parte del país, una clara señal de que la primavera está a la vuelta de la esquina, o de que, en algunos lugares, ya llegó.
“La primavera se está adelantando en gran parte del sur y el este de EEUU”, dijo a CNN Brad Rippey, meteorólogo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. “Aquí, en el Atlántico medio, eso significa de todo, desde árboles en ciernes a azafranes en flor y mirlos primaverales haciendo mucho ruido, y nada menos que en febrero”. (CNN).