El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, presionó ayer a su homólogo chino, Wei Fenghe, a evitar acciones desestabilizadoras hacia Taiwán, en la que fue la primera reunión bilateral desde la visita de la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a la isla en agosto.
“El secretario reiteró que sigue comprometido con la política de «Una Solo China» y reafirmó la importancia de la paz y la estabilidad a través del Estrecho y subrayó su oposición a los cambios unilaterales en el statu quo”, informó el secretario de prensa del Pentágono, Pat Ryder, en un comunicado.
“He pedido a la República Popular de China, nombre oficial del país, que se abstenga de realizar más acciones desestabilizadoras hacia Taiwán”, remarcó Ryder, tras un encuentro bilateral en Camboya , al margen de una reunión de ministros de Defensa de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
Austin y Wei discutieron las relaciones de Defensa entre Washington y Beijing, además de los problemas de seguridad regional y global. En este sentido, el representante estadounidense enfatizó la necesidad de administrar responsablemente la competencia y mantener abiertas las líneas de comunicación.
La última vez que Wei y Austin dialogaron fue en junio en Singapur, cuando la mayor parte de la conversación se centró en Taiwán, el tema más espinoso entre ambas partes. Las repetidas declaraciones del presidente Biden de que EEUU defendería a Taiwán si fuera atacado alarmaron a los funcionarios chinos por un supuesto cambio de política estadounidense conocida como ambigüedad estratégica, en la que Washington no decía cómo respondería.
Tanto Austin como Wei se posicionaron en contra del uso de armas nucleares, así como de las amenazas al respecto. Mientras que el jefe del Pentágono instó a Beijing a que presione a su país vecino para que cumpla plenamente con las resoluciones existentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, aseguró la semana pasada que un ataque de China contra Taiwán sería un error estratégico tan grave como la invasión rusa a Ucrania.
“Creo que sería imprudente, y un error político, geopolítico, error estratégico, similar al que cometió (el presidente ruso, Vladímir) Putin en Ucrania”, sostuvo el general Mark Milley en conferencia de prensa. De todas formas, consideró que ningún ataque a la isla autónoma china sería inminente.
Sin embargo dijo que cree que el presidente de China, Xi Jinping, quien acaba de ganar un tercer mandato como líder supremo del país y considera la unión de Taiwán con China como alta prioridad, es un actor racional.
“Creo que (Xi) concluiría que un ataque a Taiwán en el futuro cercano sería un riesgo excesivo y terminaría en una debacle estratégica para el ejército chino”, declaró Milley.
Eso detendría el impulso de China para convertirse en la principal potencia económica y militar del mundo, dijo Milley.
En ese sentido, consideró que la vigente invasión rusa a Ucrania lanzada en febrero, que se estancó frente a la resistencia inesperadamente fuerte de tropas de Kiev, fortificada con armas de Occidente, ofrece lecciones. (Infobae).