La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) indicó que la cifra supone un ligero descenso respecto a los 23,4 millones de personas en esta situación en 2022, si bien especificó que los cambios se deben principalmente a modificaciones técnicas que no reflejan una mejora en la perspectiva humanitaria.
Los avances logrados en 2022 siguen siendo extremadamente frágiles”, señaló, a tiempo de explicar que la respuesta humanitaria en Yemen apoyará a personas que hacen frente a múltiples vulnerabilidades, incluidos desplazados internos y los que intentan regresar, personas con discapacidad, migrantes y refugiados.
Asimismo, dijo que la respuesta estará organizada en torno a tres objetivos estratégicos centrados en actividades para salvar vidas, contribuir a la resiliencia para obtener soluciones duraderas y poner la protección en el centro (de las actividades), antes de destacar la importancia de trabajar de cerca con socios de desarrollo para evitar un colapso general de los servicios básicos y las condiciones económicas.
El organismo resaltó que en estos momentos, Yemen no está sumido en una guerra de ofensivas militares a gran escala ni se beneficia de una paz formal y recordó que durante la tregua que estuvo en pie entre el 2 de abril y el 2 de octubre el desplazamiento causado por el conflicto descendió en un 76 por ciento. “Al mismo tiempo, las víctimas de minas y restos explosivos, aumentaron un 160 por ciento”, lamentó.
“Los servicios esenciales y la economía continuaron deteriorándose. El coste de los gastos en la canasta básica, se incrementaron un 50 por ciento durante el último año”, recalcó a tiempo de señalarque “ante la ausencia de un acuerdo político exhaustivo, el desplazamiento continuo, la situación económica y la falta de capacidad por parte de las instituciones estatales seguirán probablemente siendo la principal causa de las necesidades”.
Por último, la OCHA recordó que cerca del catorce por ciento de la población se encuentra desplazada dentro del país, mientras que el 25 por ciento de la población en situación de necesidad en Yemen está afectada por limitaciones al acceso a los servicios básicos y la ayuda, especialmente en el noroeste de Yemen, zona controlada por los huthis.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, ahora representado por el Consejo Presidencial de Liderazgo y apoyado por la coalición internacional encabezada por Arabia Saudí, y a los huthis, respaldados por Irán. Los huthis controlan la capital, Saná, y zonas del norte y el oeste del país.
El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Hans Grundberg, intenta acercar posturas entre las partes para relanzar el proceso de paz, luego de que en octubre expirara la tregua acordada en abril de 2022 con motivo del inicio del mes de Ramadán y prorrogada posteriormente en varias ocasiones. (Europa Press).