En un comunicado, el Parlamento de Suecia ha detallado que la Presidencia del Parlamento ha aceptado la solicitud de dimisión de Andersson y ha matizado que «se pondrá ahora en contacto con los líderes del partido para discutir la situación».
El “sí” de los compañeros del Partido Socialdemócrata de Andersson y del Partido Verde le ha permitido sumar 174 votos a favor para ser nombrada, los mismos que ha logrado sumar la oposición conservadora.
Además, el sistema parlamentario sueco establece que basta con que no haya más votos en contra que a favor, por lo que Andersson finalmente ha sido proclamada entre aplausos y visiblemente emocionada.
Sin embargo, tras la votación de los presupuestos, el Partido Verde se ha retirado de la coalición gubernamental que apoyaba a Andersson. El “no” del Partido de Centro al proyecto presupuestario de la coalición gobernante ha dejado sin los votos necesarios para sacar adelante las cuentas públicas.
En cambio, con 154 votos a favor y 143 en contra, ha salido adelante el proyecto presentado por la oposición conservadora, que Andersson estaría obligada a aplicar.
«Según la práctica constitucional, un gobierno de coalición debe renunciar cuando un partido se va», ha indicado Andersson en rueda de prensa, donde también ha asegurado que «tampoco» quiere encabezar un gobierno «donde se cuestiona» su «legitimidad», recogió el diario “Sydsvenskan”.
Según matizó, aspira a regresar al cargo de primera ministra con un gobierno socialdemócrata «puro», aunque ha reconocido que puede ser algo «complicado».
El vice primer ministro de Suecia, del Partido Verde, Per Bolund, señaló que «entiende completamente» que puede parecer «complicado» que la formación haya apoyado durante la mañana a Andersson y por la tarde «haya cambiado de opinión», pero ha incidido en que la decisión «depende del voto de los presupuestos».
«Este es un momento tormentoso», lamentó Bolund, según recoge el diario “Aftonbladet”. «Estamos sorprendidos e indignados por los actos del Partido del Centro», continuó, antes de señalar que «los juegos políticos» de los últimos tiempos se han visto «culminados» durante la jornada. «Para nosotros, la política no es solo un juego», remachó.
Andersson, la primera mujer en liderar un gobierno en Suecia, encabezaba desde 2014 el Ministerio de Finanzas, pero su nombre ya sonaba como favorito cuando el primer ministro saliente, Steffan Lofven, anunció en agosto que se apartaría de la primera línea política para que su partido pudiese prepararse para las elecciones de septiembre de 2022. (Europa Press)