Al 31 de diciembre del 2020, la deuda financiera de PDVSA había totalizado 34.494 millones de dólares, según el balance publicado en el diario Correo del Orinoco.
Según el documento, alrededor de tres cuartos de la deuda consolidada existente al cierre del 2021 corresponde a préstamos contraídos por la casa matriz, principalmente bonos. El remanente de la deuda está relacionado con bonos y facilidades de crédito contraídos por filiales y empresas mixtas de PDVSA.
PDVSA dejó de cumplir sus obligaciones con bonistas y muchos otros acreedores tras la imposición de sanciones financieras por parte de Estados Unidos.
El año pasado, las juntas que supervisan a su principal filial externa, Citgo Petroleum, que está bajo el control de la oposición, contrataron a JP Morgan Chase & Co para explorar negociaciones de pago con acreedores.
En 2021, Venezuela logró detener la caída libre que acumulaban su producción y exportación de petróleo desde que las sanciones en 2019 despojaron a PDVSA de su principal mercado, Estados Unidos.
Pequeñas empresas de servicio que han recibido pagos diferidos de PDVSA han contribuido a la recuperación, así como la importación de suministros clave desde Irán. Esto permitió elevar la producción a 871.000 barriles por día (bpd) en diciembre, empujando el promedio del 2021 a 636.000 bpd, 12% por encima de la extracción de 2020, reportó Venezuela a la OPEP. (Reuters)