Los casos se encuentran en estudio en coordinación con el Centro Nacional de Microbiología (CNM), que cuenta con la técnica necesaria para confirmar o descartar el diagnóstico, aunque siete de ellos se han confirmado de manera preliminar.
En general, la transmisión del ‘monkeypox’ es respiratoria, pero por las características de los casos sospechosos en la región, la transmisión apunta a ser por contacto con mucosas durante las relaciones sexuales.
En concreto, todos los casos en estudio son hombres que mantienen relaciones homosexuales. Las personas en estudio evolucionan positivamente y se encuentran aisladas en sus domicilios, aunque se debe mantener una vigilancia estrecha ya que pueden llegar a requerir ingreso hospitalario.
La viruela del mono es una enfermedad muy poco frecuente, que generalmente se presenta con fiebre, mialgias, adenopatías inguinales (inflamación en los ganglios), y erupción en manos y cara, similar a la de la varicela. No hay tratamientos ni vacunas específicas para ella.
La Dirección General de Salud Pública está a la espera del resultado de las pruebas de laboratorio y valorando el papel de la vacuna de la viruela para el control de la transmisión, así como el uso de antivirales de ser necesarios. También está realizando la investigación epidemiológica a los afectados e identificando a los posibles contactos, informó la Consejería de Sanidad en un comunicado.
El pasado 15 de mayo el Reino Unido lanzó una alerta sanitaria a la Organización Mundial de la Salud, de acuerdo al reglamento sanitario internacional, tras detectar los cuatro primeros casos en Europa. Mediante esta alerta, los técnicos de la Dirección General de Salud Pública informaron al sistema sanitario madrileño describiendo los síntomas, con lo que se pudo identificar a los ocho posibles primeros afectados que se reportaron este martes al Ministerio de Sanidad.
TAMBIÉN CASOS EN PORTUGAL
En los últimos días también se han detectado casos en Portugal. Apareció por primera vez en los seres humanos en 1970 en la República Democrática del Congo (denominada en aquel entonces Zaire) en un niño de nueve años, en una región en la que la viruela se había erradicado en 1968.
Desde entonces, la mayoría de los casos notificados proceden de regiones rurales de la selva tropical de la cuenca del Congo y el África occidental, en particular de la República Democrática del Congo, donde se considera endémica. En 2017, Nigeria sufrió el mayor brote documentado, aproximadamente 40 años después de los últimos casos confirmados.
En la primavera de 2003 se confirmaron casos de viruela símica en los Estados Unidos, siendo la primera vez que se detectó la enfermedad fuera del continente africano. La mayoría de los pacientes había tenido un contacto estrecho con perros de la pradera domésticos que habían sido infectados por roedores africanos importados al país.
El período de incubación (intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) de la viruela símica suele ser de 6 a 16 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días. Además, suele ser una enfermedad autolimitada con síntomas que duran de 14 a 21 días. Los casos graves se producen con mayor frecuencia entre los niños y su evolución depende del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de letalidad ha variado mucho en las distintas epidemias, pero ha sido inferior al 10% en los eventos documentados. La mayoría de las defunciones se producen en los niños pequeños y, en general, los grupos de edad más jóvenes parecen ser más susceptibles, indica.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha señalado este miércoles que «no es probable que la viruela del mono vaya a generar una trasmisión importante, pero no se puede descartar». Por ello, ha señalado que hay que tener mucho cuidado y, en ese sentido, ha recalcado que están trabajando con todas las hipótesis posibles. (Europa Press)