Irán despliega tanques a las fuerzas especiales de los Guardianes de la Revolución en las regiones kurdas del país, escenario de altercados recientes con facciones armadas de la oposición, declaró ayer el comandante del ejército de tierra de los Guardianes.
“Este movimiento de las fuerzas terrestres busca reforzar a las unidades situadas en la frontera e impedir la infiltración de grupos terroristas afiliados a los grupos separatistas”, explicó.
El martes, el general Pakpur había aconsejado a los habitantes de cerca de las zonas adyacentes a las bases de los grupos terroristas que las evacuaran para no resultar heridos en operaciones de los Guardianes, el ejército ideológico de la República Islámica.
Desde el domingo los Guardianes de la Revolución atacaron con misiles y drones kamikazes en dos ocasiones a las bases de varios grupos armados de la oposición kurda iraní, radicados desde hace décadas en el Kurdistán iraquí.
El régimen iraní ha denunciado ataques contra su territorio, perpetrados, según él, por grupos infiltrados desde Irak.
Las autoridades acusan principalmente a esos grupos de alentar las manifestaciones que se están celebrando en Irán desde la muerte, el pasado 16 de septiembre, de la joven kurda iraní Mahsa Amini.
Teherán justificó, en una carta dirigida al Consejo de Seguridad de la ONU, sus bombardeos en el Kurdistán iraquí y afirmó que no tenía otra elección para protegerse de grupos terroristas.
Sin embargo, Irán afirmó ayer que no reconoce la misión independiente aprobada por la ONU para investigar violaciones de las libertades fundamentales en las protestas desatadas tras la muerte en septiembre de la joven Mahsa Amini.
“La República Islámica de Irán considera innecesaria y una violación de la soberanía nacional la formación de cualquier mecanismo para examinar los hechos de los dos últimos meses en Irán y no reconoce la misión establecida para ello”, indicó el Ministerio de Exteriores iraní.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó la creación de una misión independiente de investigación que tendrá como objetivo recoger y analizar evidencias de violaciones de los derechos humanos en la represión que causó ya más de 300 muertos -entre ellos 40 niños- y cerca de 15.000 detenidos.
La resolución que incluye este nuevo mecanismo de investigación se aprobó con 25 votos a favor, 16 abstenciones y seis en contra, entre estos últimos el de China, que intentó previamente sin éxito que se retirara de la resolución el texto que aludía a la creación de la misión investigadora. (Infobae).