«Los Padres Redentoristas, detenidos por las milicias rusas, prestaban atención pastoral a las parroquias católicas griegas y de rito latino, y son de los pocos que quedan en los territorios ocupados», asegura la organización católica en un comunicado.
Se trata del sacerdote Ivan Levitskyi C.SS.R., párroco de la iglesia de la Natividad de la Virgen María de la ciudad de Berdyansk, y el sacerdote Bohdan Heleta C.SS.R., capellán de la misma iglesia, que fueron supuestamente detenidos en un centro de detención preventiva de Berdyansk por las milicias rusas y acusados de preparar un acto terrorista.
El obispo del exarcado de Donetsk de la Iglesia greco-católica ucraniana, monseñor Stepan Meniok, denunció que la detención es infundada e ilegal y que las acusaciones de posesión de armas y explosivos por parte de los sacerdotes son falsas. Para Meniok, se trata de una maniobra organizada con fines propagandísticos. «Los sacerdotes llevan más de tres años en el ministerio sacerdotal y ejercen legítimamente su actividad pastoral en la parroquia local, proclamando un mensaje de paz para todos», explicó.
Así, explica que en el momento del registro de la iglesia, de la rectoría y de los locales técnicos de la parroquia, ambos sacerdotes ya estaban detenidos, lo que significa que ya no tenían ningún tipo de control sobre las instalaciones, ni sobre las acciones de la Rosguard (Guardia Nacional Rusa).
Por su parte, ACS muestra su preocupación ante los hechos dados los repetidos informes sobre el desprecio de los principios básicos de los derechos humanos por parte de los servicios especiales rusos, es decir, los que detuvieron a los clérigos». (Europa Press)