Se trata del comisionado general, ahora en retiro, Adolfo Marenco, ex subdirector de la Policía y exjefe de Investigación Policial y de Inteligencia Política, de quien se dice era uno de las cuatro personas más poderosas de Nicaragua por la información que manejaba, su cercanía a Daniel Ortega y Rosario Murillo, y su papel en la represión política del régimen.
Las razones sobre la posible detención de Marenco aún no están claras. Según la plataforma Confidencial, Marenco habría caído en desgracia ante los ojos de Ortega y Murillo tras participar en actos de corrupción y negocios privados no autorizados.
Sin embargo, el medio maneja otras dos versiones de fuentes policiales: una que el alto oficial policial pretendía fugarse del país y la otra es quese negó a continuar trabajando para los Ortega-Murillo, lo que irritó aún más a la pareja presidencial.
Adolfo Joel Marenco Corea, 57 años, alcanzó el grado de Comisionado General en la Policía de Nicaragua, el segundo escalafón en la jerarquía policial, solo por debajo del de “Primer Comisionado” que le corresponde al Director General de la Policía.
Ingresó a la entonces Policía Sandinista en 1985 y luego de desempeñarse en distintos cargos, en 2017 recaló en jefatura del poderoso Consejo Nacional contra el Crimen Organizado, un puesto que según la descripción de Confidencial le permitía tener acceso a la Unidad de Análisis Financiero, la Superintendencia de Bancos, la Dirección General de Ingresos, el Ministerio de Gobernación, entre otras instituciones.
Marenco dirigía un equipo de unos 70 agentes encargados del espionaje para el régimen nicaragüense. Monitoreaban medios de comunicación, redes sociales y comunicaciones personales. “Todo ciudadano que es de interés político tiene un expediente que Marenco se encargó de elaborar”, afirmó una fuente policial a confidencial.
“Adolfo Marenco no solo tenía acceso a toda la información sobre cualquier persona que los medios de espionaje modernos te permiten obtener, sino que también trabajaba a la vieja usanza, con policías encubiertos, infiltrando personas en lo que ellos consideran son organizaciones enemigas, y tejiendo una red de soplones que lo mantenían informado sobre las personas objetivos o que delataban circunstancias sospechosas en su vecindario”, dice una fuente bajo condición de anonimato.
La información que proporcionó la dirección de espionaje fue clave para desmantelar las protestas de 2018, a través de la infiltración de las estructuras opositoras y el registro fotográfico y de mensajes que luego sirvieron para las capturas y el enjuiciamiento.
El 25 de noviembre de 2022, Marenco sorpresivamente fue enviado a retiro, solo dos días luego de ser nombrado presidente del Instituto de Seguridad y Desarrollo Humano (ISSDHU), la institución que administra las pensiones de Policía y el Ministerio de Gobernación.
El comisionado general Zhukov Serrano Pérez, sustituyó a Marenco en la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional.
Según la plataforma digital 100% Noticias, Marenco fue llevado a la cárcel El Chipote el viernes pasado luego de ser sacado de su casa, en residencial Las Colinas, Managua, donde se mantenía en situación arresto domiciliario de facto. El Chipote es la cárcel policial donde fueron recluidos medio centenar de presos políticos de los más de 220 que tiene el régimen.
En agosto de 2018, Ortega nombró a Francisco Díaz como Director general de la Policía Nacional. Blanca Flores, una hija de Díaz, es la esposa de Maurice Ortega Murillo, hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Durante la represión de 2018, la Policía desmanteló las protestas apoyada en estructuras paramilitares y disparando a matar contra los manifestantes. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) 355 personas fueron asesinadas ese año por razones políticas.
Marenco no solo era el jefe de la Dirección de Inteligencia de la Policía, sino que también hacía las veces de comisario político en esta institución.
Los medios de información nicaragüense dieron cuenta de una silenciosa deserción en las filas policiales, muchos de cuyos miembros se marchan a Estados Unidos. En febrero de 2022 el boletín informativo Despacho 505 registró que 17 oficiales de policía del departamento de Madriz habían abandonado el uniforme ese año y otros 17 los habían hecho en 2018 en ese mismo departamento.
Un medio de comunicación informó esta semana que también fue apresado el comisionado general Pedro Rodríguez Argueta, jefe policial del Triángulo Minero y Mulukukú, sin que se sepa si las detenciones de Marenco y Rodríguez están relacionadas. (Infobae)