El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y el exlíder revolucionario Raúl Castro, con una mascarilla blanca y vestido con uniforme militar característico, supervisaron las manifestaciones desde un escenario con vista a la «Plaza de la Revolución» de La Habana.
Las marchas, que se realizaban todos los años en el país antes de la pandemia, están llenas de simbolismo, una celebración de los 63 años de la revolución cubana, pero también una reprimenda dirigida por el Gobierno por el embargo de la era de la Guerra Fría impuesto sobre la isla por Estados Unidos.
Juana García, una trabajadora del Instituto Cubano de Filosofía que ondeaba una pequeña bandera cubana en un palo de madera, dijo que la marcha había superado con creces sus expectativas, una muestra de solidaridad por la causa, dijo.
«Pese a tantas dificultades, la mayoría de los cubanos apoyamos el proceso revolucionario. Los cubanos trabajamos para solucionar nuestros propios problemas. No queremos injerencias de ningún tipo», señaló.
Las manifestaciones de este año también fueron las primeras desde que las protestas antigubernamentales del 11 de julio, las más grandes desde la revolución de Castro en 1959, sacudieron el país, una prueba importante para el primer Gobierno de la isla que no está dirigido por los Castro desde el comienzo de la revolución.
No había una estimación oficial al mediodía de cuántos habían marchado durante las manifestaciones de la mañana.
Cuba, una isla caribeña de 11 millones de habitantes, atraviesa una dura crisis económica que ha provocado escasez de alimentos y medicamentos y un éxodo masivo hacia su vecino del norte, Estados Unidos.
Más de 80.000 personas han salido de la isla en los últimos meses hacia Estados Unidos, según datos de Aduanas y Protección Fronteriza, viajando en avión a Nicaragua y luego por tierra hacia el norte a la frontera entre Estados Unidos y México, o en bote o balsa a través del Estrecho de Florida.
El Gobierno de Cuba culpa al embargo comercial de Washington y al endurecimiento de las sanciones por el sufrimiento. Estados Unidos, en tanto, ha alegado durante mucho tiempo que el liderazgo comunista de Cuba ha administrado mal la economía. (Reuters)