La Habana.- Cuba negó ayer el permiso a opositores que dijeron planear una marcha pacífica en La Habana y otras ciudades del país por las libertades civiles al argumentar que era parte de los esfuerzos para derrocar al gobierno comunista, según una carta entregada a organizadores.
Las protestas del 11 y 12 de julio sacudieron el país. Se consideran las mayores manifestaciones ocurridas contra el gobierno en décadas y generaron cientos de arrestos, una muerte y llamados a la intervención de Estados Unidos por parte de algunos cubano-estadounidenses.
Críticos al gobierno, organizados por un grupo de Facebook llamado Archipiélago, planearon inicialmente varias protestas para el 20 de noviembre, pero cambiaron la fecha al día 15 del mismo mes luego de que autoridades declararon el 20 como «Día Nacional de la Defensa».
En los ejercicios militares, participan los cubanos que se preparan para una invasión estadounidense.
Sin embargo, la fecha del 15 de noviembre coincide con la reapertura de las fronteras al turismo en Cuba tras dos años difíciles en los que la importante industria se vio obstaculizada por la propagación de la panademia de coronavirus.
Observadores de Cuba y muchos gobiernos han estado siguiendo de cerca este nuevo desafío a las autoridades locales. Las protestas en Cuba siempre han estado prohibidas, con pocas excepciones, con el argumento de que Washington respalda con financiamiento a los organizadores.
«Los promotores y sus proyecciones públicas, así como los vínculos de algunos con organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense, tienen la intención manifiesta de promover un cambio de sistema político en Cuba», dice una carta de las autoridades a opositores.
Según los organizadores, las protestas tienen como objetivo exigir, entre otras libertades civiles, el derecho a manifestarse pacíficamente y una amnistía para quienes siguen en las cárceles.
«De alguna manera no sorprende. Se esperaba que esto pudiera suceder desde que vimos que se declaró el día 20 (noviembre) como Día Nacional de la Defensa», dijo a Reuters en su apartamento en La Habana el líder de la protesta, Yunior García.
«Esta respuesta que ahora sí es oficial demuestra que ha ganado el sector más conservador del poder en Cuba», señaló el dramaturgo, quien participó en las protestas del 11 de julio.
Entre los que permanecen tras las rejas por los disturbios están conocidos opositores al gobierno. Miembros de Archipiélago sostienen que el grupo cuenta con 20.000 afiliados, muchos de los cuales viven fuera de la isla. (Reuters)