La Habana.- Cuba ha recurrido a las fuerzas armadas para proporcionar oxígeno en medio de un aumento de los infectados de coronavirus, incluso cuando los médicos se apresuran en administrar vacunas desarrolladas localmente a la población.
El Gobierno anunció el pasado domingo que la principal planta de oxígeno de la isla caribeña se había averiado en momentos de una oleada del virus impulsada por la variante delta, que ha provocado un número récord de casos y muertes, y colapsado algunos sistemas de salud provinciales.
Además, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, recorrió una unidad militar que produce y transporta oxígeno que ha sido escaso para pacientes con covid-19, informaron ayer medios estatales.
Díaz-Canel fue visto en la televisión estatal inspeccionando el equipo militar, incluyendo una planta rusa recientemente donada, que produce oxígeno medicinal.
El mandatario habló con pilotos de los helicópteros que transportaban el producto a los hospitales en varias provincias occidentales y centrales, presumiblemente en el último momento para salvar a los pacientes con falta de aire. «El trabajo de ustedes ha sido decisivo», dijo Díaz-Canel a los militares.
La semana pasada se transmitieron escenas similares desde la zona oriental de Cuba, con plantas más pequeñas en camiones militares y los cilindros de oxígeno siendo transportados por varios tipos de vehículos a hospitales, aunque sin la presencia del presidente.
Cuba reportó el lunes 9.800 casos y 68 muertes.
En los últimos 15 días ha habido un promedio de 8.891 casos por día y 82 muertes. Hasta el pasado lunes, Cuba había reportado un total de 536.609 casos y 4.023 muertes desde que comenzó la pandemia.
El líder cubano, quien también es jefe del Partido Comunista, estuvo acompañado este lunes por el jefe de las Fuerzas Armadas, Álvaro López Miera, recientemente sancionado por Estados Unidos al acusarlo en su papel de sofocar las protestas del 11 y 12 de julio en las calles.
La crisis de salud y una economía que cayó un 10,9 % el año pasado, y un 2 % adicional hasta junio, en comparación con el mismo periodo del año pasado, ha provocado una escasez de bienes consumos en momentos de tensión.
El 11 pasado de julio, decenas de miles salieron a las calles en protesta, el malestar más grave desde los primeros días de la Revolución de 1959.
Algunos residentes y personal médico han recurrido a las redes sociales para quejarse del tratamiento en un país que se enorgullece de la calidad de su sistema de salud gratuito.
Mientras la nación lucha por hacer frente al aumento repentino del virus, también está involucrada en una campaña para inocular a toda la población de 11,2 millones con dos vacunas de producción local, Abdala y Soberana 02, que, según afirma, tienen tasas de eficacia superiores al 90 %. (Reuters)