El jefe de la organización en Turquía, Rubén Cano, apuntó que las últimas estimaciones apuntan a más de 5.000 edificios destruidos, una situación que sumada a las recomendaciones de no volver a los hogares durante los primeros días tras el temblor, hacen que miles de personas se vean abocadas a vivir en la calle.
En este contexto, el organismo internacional ha centrado por el momento parte de sus esfuerzos en atender a este sector de la población que se quedó sin hogar y para los que se están distribuyendo tiendas de campaña, mantas y alimentos hasta el momento en el que puedan regresar a sus casas.
Según Cano, la situación es aún más complicada debido a las condiciones meteorológicas en Turquía, que esta semana fue escenario de una ola de frío que deja temperaturas de hasta cinco grados bajo cero.
Con estas cifras, el organismo considera que el temblor en Turquía, un país en parte acostumbrado a terremotos, podría equipararse al registrado en 1999 en Estambul, donde se registraron hasta 300.000 afectados y la cifra de fallecidos se elevó hasta los 18.000.
Las autoridades turcas llegaron a comparar el temblor con el registrado en 1939 en Erzincan, en el centro este del país, donde rondaron los 40.000 fallecidos. Sin embargo, Cano considera que este sismo podrá equipararse a nivel de extensión de daños y no tanto en cifras de fallecidos.
Por el momento las autoridades turcas hablaron de algo más de 3.000 muertos, unas cifras que para Cano es casi seguro que irán creciendo a medida que se confirman los desaparecidos y se van retirando los escombros de los edificios que colapsaron.
REFUGIADOS SIRIOS AFECTADOS
Los temblores se produjeron no solo en Turquía sino también en parte del territorio septentrional de Siria, una zona donde se acumulan parte de los refugiados sirios afectados por el conflicto en el país, activo desde 2011 y donde hasta cuatro millones de personas dependen de ayuda humanitaria.
Así, en las zonas controladas por el gobierno del presidente Bashar al Asad se confirmaron ya más de medio millar de fallecidos y 1.300 heridos. Por otro lado, el gobierno rebelde presente en las provincias de Idlib y Alepo, en el noroeste del país árabe, confirmaron algo menos de 400 fallecidos y más de mil heridos.
Para el responsable de la Media Luna en esta zona llueve sobre mojado, pues no solo se enfrenta a los efectos devastadores del terremoto y a las consecuencias de la guerra, sino que también se registra allí un brote de cólera desde hace meses.
Con el fin de garantizar la ayuda humanitaria en dicha zona, Cruz Roja está valorando junto a la Unión Europea la posibilidad de aumentar los fondos destinados por parte del bloque europeo a estas zonas donde además la población es más vulnerable debido a la falta de redes de apoyo.
Finalmente, Cano puso en valor la rápida respuesta de algunas potencias extranjeras, que no solo prometieron su colaboración con Turquía, sino que ya llegaron a enviar a territorio turco algunos equipos de emergencia, posiblemente más necesaria que otro tipo de ayuda teniendo en cuenta las capacidades propias de Turquía. (Europa Press)