Según ha detallado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en un comunicado, los trabajadores humanitarios estaban de regreso de una visita a un campo de la ciudad de Kayes cuando el vehículo en el que viajaban fue atacado, causándoles “heridas fatales” a dos de ellos.
Otros dos miembros del equipo lograron sobrevivir, si bien es cierto que se encuentran “profundamente afectados” por la tragedia vivida, más aún cuando la zona por la que circulaban es considerada como relativamente segura.
Según ha detallado el organismo, uno de los empleados asesinados era miembro del personal de Cruz Roja de Países Bajos, mientras que el otro trabajador humanitario era miembro del personal de Cruz Roja de Malí.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha reconocido sentirse “profundamente preocupado” por el empeoramiento de la situación de seguridad en la región del Sahel. La violencia desatada en la zona, sumada a este último incidente, dificulta aún más que los equipos de Cruz Roja puedan ofrecer la asistencia necesaria a las comunidades más vulnerables de la región.
Finalmente, el organismo ha trasladado su pésame a las familias de las víctimas y ha incidido en que los trabajadores humanitarios no pueden ni deben ser objetivo de ataques. (Europa Press)