El legislativo rechazó múltiples proyectos de ley para adelantar los comicios, una demanda clave de los manifestantes, incluyendo una propuesta de la presidenta Dina Boluarte, que pasó a ser archivada.
Las protestas paralizaron el país andino, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad que dejaron al menos 48 muertos. La peor ola de violencia en Perú en dos décadas amenaza con desestabilizar, una de las economías más fiables de la región.
El Congreso está sumamente fragmentado. Tiene 13 bloques, originados en parte por las normas que permiten a un grupo de cinco legisladores crear fácilmente uno nuevo. Los dos partidos mayoritarios tienen sólo 24 y 15 escaños, respectivamente, lo que dificulta alcanzar las mayorías necesarias para legislar.
Adelma Quispe, una manifestante de la ciudad sureña Ayavire, dijo que las protestas se habrían calmado si hubiera existido un acuerdo para llamar a elecciones anticipadas. (Reuters).