Las estudiantes fueron hospitalizadas tras sufrir irritación en los ojos, mareos y dolores de cabeza en ocho colegios e institutos de la ciudad de Ardebil, tres escuelas de Teherán, una en Parand y otra Kermanshah.
Estos nuevos casos se suman al menos a otros 30 envenenamientos con gas registrados en centros educativos femeninos desde noviembre en el país persa.
Las autoridades anunciaron que la mayoría de las niñas hospitalizadas fueron dadas de alta.
“Las estudiantes olieron un gas similar al de otras escuelas que sufrieron envenenamientos”, dijo a Shargh el presidente de la Universidad de Ciencias Médicas de Ardebil, Ali Mohammadian Erdi.
Al igual que en casos anteriores afirmaron haber percibido un olor entre una mezcla de naranja podrida y productos de limpieza.
En Teherán ayer se han registrado tres casos de envenenamientos en escuelas femeninas en las que las estudiantes sufrieron síntomas similares a casos anteriores, que provocaron hospitalizaciones.
El malestar entre los padres no para de aumentar ante la aparente inefectividad de las autoridades, que no logran detener estos ataques que parecen destinados a paralizar la educación de las estudiantes.
Así, varias decenas de padres gritaron ayer“muerte al Gobierno asesino de niños” frente al colegio Yarjani de Teherán, que vivió un incidente de envenenamiento, de acuerdo con videos compartidos en redes por el colectivo 1500tasvir.
En las puertas de otros colegios de Teherán preocupados padres discutían con el personal de los centros.
Entre tanto, las fuerzas de seguridad siguen sin encontrar pistas y dudan de si se trata de ataques deliberados o meros accidentes. “Se están haciendo grandes esfuerzos para identificar el origen de los envenenamientos de estudiantes”, dijo el jefe de Policía del país persa, Ahmad Reza Radan.
“Nadie fue arrestado hasta ahora y preferimos no juzgar si se trata de una cuestión deliberada”, añadió.
La postura del jefe policial choca con la de otros altos cargos del país, como el viceministro de Educación, Younes Panahi, que afirmó que se trata de ataques intencionados para cerrar los colegios de niñas.
El primer caso de envenenamiento se registró a finales de noviembre en la ciudad santa de Qom, localidad que sufrió el mayor número de casos, y en las últimas semanas se multiplicaron en varias urbes del país.
La oleada de envenenamientos en escuelas de niñas se produce en un momento de gran tensión en Irán que se vio sacudido en los últimos meses por las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini, tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo islámico.
Estas protestas tuvieron un fuerte componente feminista, con muchas iraníes quitándose los velos, e incluso quemándolos.
Las protestas, sin embargo, perdieron fuerza de forma notable tras las ejecuciones de cuatro manifestantes y en las últimas semanas apenas existen movilizaciones en las calles de Irán. (Infobae)