Medios asiáticos informaron sobre el colapso de hospitales en los que se vieron a una gran cantidad de pacientes dormir en el piso por la falta de camas para dar abasto a la alta demanda por el incremento en el número de contagios.
Asimismo, los centros de cremación están saturados en varias ciudades importantes del país, como su capital Beijing o Shangai.
El gobierno de EEUU es otro de los que manifestó preocupación por el aumento repentino de casos de covid en China y la falta de transparencia del régimen de Beijing, por lo que se plantea imponer restricciones a los viajeros que llegan desde la nación asiática, informaron fuentes oficiales.
“Existe una creciente preocupación en la comunidad internacional sobre los aumentos repentinos de covid-19 en curso en China y la falta de datos transparentes, incluidos los de secuencias genómicas virales, que se informan desde la República Popular China”, dijeron funcionarios estadounidenses.
Las fuentes, que pidieron el anonimato, precisaron que sin estos datos es cada vez más difícil para los responsables de salud pública (de EEUU) asegurarse de que podrán identificar cualquier nueva variante potencial (de covid) y tomar medidas inmediatas para reducir su propagación.
También señalaron que los responsables de salud pública en EEUU, compartieron con colegas de otros países sus preocupaciones sobre esta situación y los posibles pasos que se pueden tomar para monitorear el aumento de casos de covid de manera efectiva e identificar cualquier posible variante que resulte preocupante.
La Organización Mundial de la Salud, Japón, la India y Malasia también expresaron su preocupación por la situación en China, señalaron los funcionarios.
Por ello, “Estados Unidos decidió seguir a la ciencia y los consejos de expertos en salud pública, consultando con socios y considerando tomar medidas para proteger al pueblo estadounidense”, concluyen algunas fuentes.
El Mecanismo Conjunto de Prevención y Control del Consejo de Estado (Ejecutivo chino) declaró que se informará de las muertes y de los casos graves por covid-19 en el país cada semana o cada mes.
La Comisión Nacional de Sanidad había declarado que, a partir del 8 de enero, el covid-19 dejará de ser una enfermedad de categoría A, el nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas, para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo, marcando así el final de la política de cero covid que llevaba vigente casi tres años.
Tras esa fecha, los informes de decesos y casos graves por la enfermedad pasarán a ser semanales y, “siguiendo la evolución de la pandemia”, se convertirán en “mensuales”, señaló el Mecanismo Conjunto, que no dio más detalles sobre las condiciones que implicarán el cambio de frecuencia.
Asimismo, los partes no notificarán del número de contactos cercanos de los contagiados de covid ni distinguirán entre casos locales e importados, al contrario de lo que marcaban los informes diarios que China publicó desde el inicio de la pandemia hasta el sábado pasado.
En las últimas semanas, las autoridades sanitarias ya habían dejado de divulgar la cifra de contagios que, según sus estándares, eran considerados asintomáticos, aunque estos solo eran reportados en el citado parte diario, pero no engrosaron nunca los balances oficiales de casos, a los que solo se sumaban los infectados que sí presentaban los síntomas requeridos.
Además, el fin de la obligación de someterse a pruebas PCR rutinarias para la mayor parte de la población se tradujo en una detección de casos sensiblemente menor a la propagación real del virus, toda vez que los asintomáticos y aquellos con síntomas leves recibieron la luz verde del régimen para hacer cuarentena en sus domicilios.
La rápida propagación del virus por el país sembró dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales, que informaron de apenas un puñado de fallecimientos por la enfermedad pese a que, por ejemplo, la provincia de Zhejiang (este) estimó recientemente que un millón de sus habitantes se contagiaban cada día.
Según un experto citado por la prensa estatal, las muertes causadas por enfermedades subyacentes en pacientes que estaban infectados por el coronavirus no se cuentan como muertes por covid.
Hospitales de grandes ciudades como Beijing se vieron sometidos a una gran presión y sufrieron dificultades para atender a todos los pacientes, según testimonios recogidos en las redes sociales del país.
La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud se mostró muy preocupada por la evolución del virus en China y reclamó más información, ante lo que el Ministerio de Asuntos Exteriores respondió que Biejing compartió sus datos de forma abierta, puntual y transparente desde el inicio de la pandemia.
El Gobierno chino aseguró a principios de este mes que se daban las condiciones para que el país ajustara su estricta política de cero covid ante una nueva situación en la que el virus provoca menos muertes
Los cambios llegaron luego de que el hartazgo ante las restricciones cristalizase en protestas en diversas partes del país tras la muerte de diez personas en un edificio aparentemente confinado en Urumqi (noroeste), con consignas como “no quiero PCR, quiero comer” o “devolvedme mi libertad”. (Infobae)