Seúl.- Corea del Norte disparó ayer al menos dos misiles balísticos, su tercer ensayo en menos de dos semanas, apenas horas después criticó una provocación la imposición de nuevas sanciones estadounidenses por los lanzamientos anteriores y advertir sobre futuras reacciones.
Dos semanas de lanzamientos de misiles por parte de Corea del Norte, de aprobación de sanciones en represalia por Estados Unidos y declaraciones indignadas de ambas partes han hecho resurgir el espectro de una vuelta a los días de 2017 de amenazas de “fuego y furia” antes de que fracasara un impulso diplomático y se volviera al enfrentamiento.
El Consejo de Seguridad Nacional de Corea del Sur celebró una reunión de emergencia y expresó su “fuerte pesar” por la prueba y pidió a Pyongyang que vuelva a las conversaciones.
“Subrayó que la serie de ensayos de misiles de Corea del Norte no ayuda a estabilizar la situación de la península coreana en este importante momento, e instó a Corea del Norte a responder rápidamente a los llamamientos al diálogo”, dijo la Casa Azul presidencial en un comunicado.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano dijo que detectó lo que presumía eran dos misiles balísticos de corto alcance lanzados hacia el este desde Uiju, en la provincia de Pyongan Norte, en la costa occidental del país, cerca de su frontera con China.
La guardia costera de Japón también dijo que el Norte disparó lo que podría ser un misil balístico. Los misiles parecieron caer en el mar fuera de la zona económica exclusiva de Japón, dijo la cadena NHK, citando a un funcionario no identificado del Ministerio de Defensa japonés.
“Las acciones de Corea del Norte, incluidos los repetidos lanzamientos de misiles balísticos, constituyen una amenaza para la seguridad de nuestra nación y de la región, y son un asunto importante para toda la sociedad internacional”, declaró Hirokazu Matsuno, secretario jefe del gabinete japonés.
El Comando Indo-Pacífico del ejército estadounidense dijo que, aunque evaluó que el lanzamiento no supuso una amenaza inmediata para Estados Unidos o sus aliados, puso de manifiesto el “impacto desestabilizador del programa de armas ilícitas (del Norte)”. (Reuters)