La asediada ciudad portuaria de Mariúpol, en el sur del país, sufrió un bombardeo casi constante desde los primeros días de la invasión que comenzó el 24 de febrero, atrapando a decenas de miles de residentes sin comida, agua ni electricidad.
«La situación humanitaria en la ciudad está empeorando», dijo ayer la inteligencia militar británica.
«La mayoría de los 160.000 residentes que quedan no tienen luz, comunicación, medicamentos, calefacción o agua. Las fuerzas rusas han impedido el acceso de la ayuda humanitaria, probablemente para presionar a los defensores para que se rindan.», agregaron.
La vice primera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, dijo que las autoridades intentarán evacuar el miércoles a los civiles atrapados a través de 11 corredores humanitarios, aunque las personas que intenten salir de la ciudad de Mariúpol tendrán que utilizar sus propios vehículos.
Además, la semana pasada, las fuerzas rusas se retiraron de sus posiciones en las afueras de la capital, Kiev, y trasladaron su asalto al sur y al este del país. El Estado Mayor ucraniano dijo que la ciudad nororiental de Járkov, la segunda más grande del país, también seguía siendo atacada.
Las autoridades de la región oriental de Luhansk instaron el miércoles a los residentes a salir «mientras sea seguro» de una zona que Ucrania también espera que sea el objetivo de una nueva ofensiva.
Las sanciones occidentales por la invasión rusa de Ucrania, descrita como una «operación militar especial» por Moscú y que supone el mayor asalto a una nación europea desde la Segunda Guerra Mundial, cobraron un nuevo impulso esta semana después de que se descubrieran civiles muertos por disparos a corta distancia en la ciudad ucraniana de Bucha, tras ser recuperada de las fuerzas rusas.
Moscú negó haber atacado a civiles en esa localidad y calificó las pruebas presentadas como una «monstruosa falsificación» montada por Occidente para desacreditarla.
Un día después de que la Unión Europea anunciara nuevas sanciones, entre ellas la prohibición de las importaciones de carbón ruso y la denegación del acceso de los buques rusos a los puertos de la UE la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que había más en camino. (Reuters)