Manila.- El tifón Rai, también conocido como Odette, causó al menos 31 muertos en Filipinas, la mayoría en la provincia de Cebú, y más de 300.000 desplazados, según el último balance proporcionado por el Consejo Nacional de Reducción del Riesgo y Gestión de Desastres de Filipinas (NDRRMC).
En las últimas horas se ha incluido a cuatro víctimas mortales más. La región con más fallecidos es la de Cebú, con 16 fallecidos, seguida de Negros Oriental (5 muertos) y Bohol (5 muertos).
También hay fallecidos en Guimaras (2) e Ilo Ilo, Negros Occidental y Bukdidnon (uno en cada provincia).
Cinco millones de personas se quedaron sin corriente eléctrica en todo el país debido al paso del tifón, que ha causado importantes daños en las islas Visayas y en Minadanao.
Por su parte, el gobernador de Negros Occidental, Eugenio Jose «Bong» Lacson, ha indicado este viernes que las fuerzas de seguridad se encuentran retirando escombros de las principales carreteras de la región.
Aunque el tifón ha comenzado a perder fuerza este mañana, ya son más de 330.000 las personas que han tenido que abandonar sus viviendas en el sur de Filipinas. La agencia nacional de gestión de desastres naturales ha indicado que, además, varios ríos se han desbordado, provocando graves inundaciones.
Las víctimas mortales en Negros Occidental han sido registradas en las ciudades de San Carlos, La Carlota, Manapla y Moises Padilla, según ha informado el portal de noticias Rappler.
Sin embargo, Lacson ha explicado que todo apunta a que Kabankalan se convertirá en la zona más afectada. Mientras, el tifón avanza hacia el oeste con vientos máximos de 155 kilómetros por hora y ráfagas que superan los 235 kilómetros por hora.
Más de 9 millones de personas viven en las zonas que podrían verse más afectadas por el temporal, 2,1 millones de ellas en una situación especialmente, según una estimación divulgada por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas. (Europa Press)