El presidente del comité encargado de supervisar los preparativos para los comicios, Hadi al Saghir, indicó que la situación técnica, judicial y de seguridad hace «imposible» que la votación tenga lugar el 24 de diciembre, según una misiva enviada a la Cámara de Representantes.
«Tras revisar los informes técnicos, judiciales y de seguridad, informamos que es imposible celebrar las elecciones a tiempo», señaló en su carta, recogida por la cadena de televisión libia Al Ahrar, en la que ha destacado las «dificultades» a las que han hecho frente las autoridades a la hora de aplicar la legislación electoral.
Al Saghir pidió al que fuera presidente de la Cámara de Representantes hasta que presentó su candidatura a la Presidencia, Aguila Salé, que «retome sus trabajos» para lograr «hacer avanzar el proceso político y redibujar una ‘hoja de ruta'» una vez se confirme el aplazamiento de la votación.
Minutos después, la comisión electoral ha publicado un comunicado en su página web en el que ha abogado por aplazar la votación hasta el 24 de enero argumentando que la actual legislación estipula que debe anunciarse una nueva fecha en un plazo de 30 días.
«La comisión propone, tras coordinación con la Cámara de Representantes, que la votación para la primera ronda (de las presidenciales) sea aplazada al 24 de enero de 2022 (…), siempre y cuando la Cámara de Representantes adopte las medidas necesarias para retirar el caso de fuerza mayor para completar el proceso electoral», dijo.
En este sentido, subrayó que «la comisión ha asumido la tarea de materializar la voluntad popular en unas elecciones libres y justas que lleven a un traspaso pacífico de poder que derive en un estado de estabilidad como paso para la construcción de las instituciones estatales y las leyes que los libios buscan».
El organismo reconoció «dificultades técnicas y legales» desde que recibió su mandato, si bien ha ensalzado que consiguió mucho y está al borde de un logro histórico que ilumine todo el país. Por contra, ha lamentado que el proceso de apelaciones a la eliminación de candidaturas ha supuesto un peligroso punto de inflexión.
La principal polémica giró en torno a la eliminación de las candidaturas del general Jalifa Haftar, alineado con las autoridades asentadas en el este, y Saif al Islam, hijo del exlíder libio Muamar Gadafi, capturado y ejecutado en octubre de 2011. (Europa Press)