La participación en las elecciones legislativas celebradas ayer en Túnez fue del 8,8 por ciento al cierre de los colegios electorales, según datos oficiales de la Autoridad Superior Electoral Independiente tunecina, en una jornada marcada por el llamamiento a la abstención de la oposición.
El presidente de la Autoridad Superior Electoral Independiente, Faruk Buaskar, fue el encargado de dar el dato oficial de participación correspondiente a las 18.00 horas, hora prevista de cierre de los centros de votación, con unos 803.000 participantes.
Buaskar atribuyó esta baja participación a la ausencia de financiación desde el extranjero a movimientos políticos corruptos y a la falta de recursos públicos, así como a los recientes cambios en la legislación electoral.
Esta cifra de participación es la más baja desde que en 2011 la llamada Primavera Árabe propiciara un profundo cambio político en Túnez tras décadas de gobierno autocrático. La votación coincide además con el 12º aniversario de la muerte del vendedor callejero Mohamed Buazizi, que tras prenderse fuego en protesta por los abusos policiales, desencadenó la ola de protestas que sacudió toda la región.
Estas legislativas anticipadas son las primeras desde que el país adoptara una nueva Constitución, impulsada por el presidente, Kais Saied, tras arrogarse en 2021 todas las competencias y en medio de las denuncias opositoras por su deriva autoritaria, hasta culminar en el boicot opositor a los comicios.
Saied anunció en julio de 2021 la disolución del Gobierno y la suspensión del Parlamento, posteriormente disuelto, en el marco de lo que describió como una respuesta a las protestas por la crisis política y económica, desatando las críticas del partido islamista Ennahda, mayoritario en el organismo legislativo y otras formaciones y provocando la alarma entre diversas organizaciones civiles.
Opositores como la exdiputada del partido islamista Enhadda Saida Ounissi aseguraron a la cadena panárabe que la baja participación en las elecciones parlamentarias es una confirmación importante del desinterés de la mayoría de los tunecinos hacia la hoja de ruta política lanzada por Saied.
“Los números no pueden mentir y estas elecciones fueron uno de los mayores juicios para ver si la población respalda todo el proceso luego del golpe de 2021”, añadió antes de denunciar la desconexión entre las preocupaciones del presidente de la República y las expectativas de la mayoría de la población.
“La gente está preocupada por los problemas económicos y las reformas sociales. No es un problema de instituciones o un problema de política, se trata de tomar decisiones económicas y ésta es la conversación que debemos tener en Túnez y no estamos teniendo en este contexto autoritario”, finalizó. (Europa Press).