Los pacientes, en su mayoría ancianos, esperaban tendidos en camillas en los pasillos y recibían oxígeno sentados en sillas de ruedas en pleno repunte de los casos de covid-19 en la capital de China.
Ayer el hospital Chuiyangliu de Beijing, se encontró lleno de pacientes recién llegados. A media mañana ya no existía más camas vacías, aunque las ambulancias seguían llevando enfermos al centro.
El incremento de los casos graves que necesitan atención hospitalaria se produce luego que el régimen chino retirase el mes pasado la mayoría de sus estrictas restricciones contra la pandemia tras cerca de tres años de cuarentena, prohibiciones de viaje y cierres de escuelas, que tuvieron un elevado impacto económico y provocaron protestas callejeras inéditas desde finales de la década de 1980.
Coincidiendo con el brote, la Unión Europea solicitó encarecidamente a sus países miembro a exigir que los pasajeros procedentes de China se sometan a una prueba de detección del virus antes de salir del país.
En la última semana, los países comunitarios reaccionaron a la situación en el gigante asiático con una amplia variedad de restricciones para quienes viajen desde allí, a pesar de su compromiso inicial de actuar unidos.
Italia, el primer país europeo en registrar víctimas mortales debido a la pandemia a principios de 2020, fue también el primero en exigir pruebas negativas de covid-19 en vuelos procedentes de China, de la misma manera Francia y España no tardaron en adoptar sus propias medidas. Esto siguió a la exigencia de Estados Unidos de presentar un resultado negativo obtenido en las 48 horas previas al viaje.
China advirtió de contramedidas si ese tipo de testeos se extienden por toda la UE.
Por su parte, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dio a conocer su preocupación por la falta de datos por parte del gobierno chino acerca del brote.
En una conferencia de prensa ayer el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Mao Ning, dijo que Beijing, compartió información y datos con la comunidad internacional de forma abierta y transparente.
“En este momento, la situación del covid-19 en China está bajo control”, agregó Mao. Además, esperamos que la secretaría de la OMS adopte una posición objetiva e imparcial, basada en la ciencia, para jugar un papel positivo en el tratamiento de la pandemia a nivel mundial.
Para hacer frente al último brote, China trató de aumentar la vacunación entre los ancianos, pero sus esfuerzos se vieron obstaculizados por escándalos pasados relacionados con falta de medicamentos y avisos precios sobre reacciones adversas a la vacuna entre esa parte de la población.
También se considera que las vacunas desarrolladas en China son menos eficaces que las de ARN mensajero utilizadas en gran parte del mundo.
A pesar de las preocupaciones, Hong Kong anunció que reabrirá su frontera con la china continental el domingo y permitirá que decenas de miles de personas crucen a diario sin necesidad de cuarentena. Las restricciones para quienes viajen al territorio continental no estaban claras. (Infobae).