A pesar de la perspectiva de una guerra más extensa es terrible, en caso de invasión de Rusia en Ucrania, BBC Mundo indagó cinco escenarios que pueden impedir el conflicto.
Miles de personas podrían morir, muchas más podrían huir y el costo económico sería severo.
Y aun así, Rusia continúa acumulando sus fuerzas alrededor de Ucrania, y Occidente sigue amenazando con terribles consecuencias si cruzan la frontera.
Los diplomáticos hablaron de una “vía de salida”, una forma en que todos los bandos puedan salirse del camino de la guerra. Pero encontrar esa ruta no es fácil.
Cualquier compromiso tendría un precio. Sin embargo, aquí hay algunas salidas potenciales que no involucran un resultado militar y, por lo tanto, sangriento.
ROL DE OCCIDENTE
Bajo este escenario, las potencias occidentales disuadirían efectivamente cualquier invasión al convencer al presidente ruso, Vladimir Putin, por los costos superarían los beneficios para su país.
Se vería persuadido de que las bajas humanas, las sanciones económicas y el retroceso diplomático serían tan grandes que el costo para él sería mayor incluso aunque logre avances militares en el campo de batalla.
Para ello tendría que temer el apoyo de Occidente a una insurgencia militar en Ucrania, lo que lo metería durante años en un pantano de una guerra costosa.
Putin tendría que creer que esto significaría un costo en su apoyo interno y que, por lo tanto, amenazaría su liderazgo.
Bajo esta narrativa, Occidente también tendría que permitir que Putin reclame una victoria diplomática, presentándose a sí mismo como un protagonista pacífico que no ha estado dispuesto a responder militarmente a las provocaciones de la Organización de Tratado de Atlántico Norte (OTAN).
El presidente ruso podría afirmar que finalmente ha captado la atención de Occidente y que sus líderes están abordando lo que llaman las “preocupaciones legítimas de seguridad” de Putin.
Rusia recordaría al mundo que es una gran potencia y profundizaría su presencia en Bielorrusia.
La dificultad con esta narrativa es que sería igual de fácil argumentar que Putin fracasó.
Sus acciones podrían unir a Occidente, llevar a la OTAN a acercar sus fuerzas a las fronteras de Rusia, y alentar a Suecia y Finlandia a considerar unirse a la OTAN.
El problema es que si Putin desea controlar Ucrania y socavar a la OTAN, hay pocas razones por las que podría retroceder ahora.
OTAN Y RUSIA
Las potencias occidentales han dejado en claro que no comprometerán sus principios fundamentales, como la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, el derecho de ese país a buscar ser miembro de la OTAN y el deber de la organización de tener una “puerta abierta” a cualquier nación que desee unirse.
Sin embargo, Estados Unidos y la OTAN aceptaron que se puede encontrar un terreno común en cuestiones más amplias de seguridad europea.
Esto podría incluir una reactivación de los acuerdos de control de armas vencidos para reducir la cantidad de misiles en ambos lados, el refuerzo de las medidas de fomento de confianza entre las fuerzas rusas y de la OTAN, mayor transparencia sobre los ejercicios militares y la ubicación de los misiles, y cooperación en pruebas de armas antisatélites.
Rusia dejó en claro que estos problemas no serían suficientes para satisfacer su principal preocupación: la de que permitir que Ucrania se una a la OTAN va a tener un costo para la seguridad rusa.
Pero si, por ejemplo, los despliegues de misiles de la OTAN se reducen significativamente, esto podría abordar al menos algunas preocupaciones rusas.
De alguna manera, Putin ya ha logrado avances en ese sentido: Europa se comprometió recientemente a un diálogo de seguridad bajo los términos de Rusia.
ACUERDOS
Este fue un paquete de acuerdos negociados en 2014 y 2015 en la capital de Bielorrusia, Minsk, que fue diseñado para poner fin a la guerra entre las fuerzas gubernamentales ucranianas y los rebeldes respaldados por Rusia en el este de Ucrania.
Obviamente fracasó, pero la lucha continúa. Pero al menos abrió un camino hacia un alto el fuego y un acuerdo político basado en una constitución más federal.
Los políticos occidentales sugirieron que revivir los acuerdos de Minsk ahora podría ser una solución a esta crisis.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que Minsk “es el único camino que nos permite construir la paz”.
El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, dijo a la BBC que restaurar Minsk sería “una forma sólida de reducir la escalada”.
Además, el problema es que las disposiciones del acuerdo son enrevesadas y disputadas.
El Kremlin exigió que Ucrania celebre elecciones locales para empoderar a los políticos prorrusos. Kiev quiere que Moscú primero desarme y elimine a los combatientes rusos.
La mayor disputa es sobre cuánta autonomía daría Minsk a los enclaves separatistas en Donbás.
Kiev dijo que sería un modesto autogobierno. Moscú no está de acuerdo y dice que Donetsk y Lugansk deberían tener voz sobre la política exterior de Ucrania y, por lo tanto, un veto sobre la membresía de la OTAN.
Y ese es el gran temor en Kiev, que revivir Minsk es una forma abreviada de descartar que Ucrania se una a la OTAN sin que los miembros del organismo tengan que decirlo explícitamente.
Por lo tanto, el acuerdo y el apoyo popular en Ucrania es poco probable. (BBC Mundo)
Ucrania podría volverse neutral
¿Se podría persuadir a Ucrania para que adopte algún tipo de neutralidad?
Ha habido informes, posteriormente negados, de que funcionarios franceses sugirieron que Ucrania podría tomar a Finlandia como modelo.
Finlandia adoptó la neutralidad formal durante la Guerra Fría. Es un Estado independiente, soberano y democrático. Permaneció, y permanece, fuera de la OTAN.
¿Podría ser esto atractivo para Kiev? Evitaría un desenlace militar. En teoría, podría satisfacer el deseo de Putin de que Ucrania nunca se una a la OTAN.
Y la alianza no tendría que ceder en su política de «puertas abiertas»: Ucrania habría tomado la decisión soberana de no unirse.
¿Pero Ucrania apoyaría esto? Probablemente no, porque la neutralidad dejaría efectivamente a Ucrania abierta a la influencia rusa.
Puede ser difícil hacer cumplir la neutralidad, ¿y respetaría Rusia sus términos? La neutralidad sería una gran concesión de Kiev, ya que tendría que abandonar sus aspiraciones euroatlánticas.
La neutralidad también podría alejar aún más su pertenencia a la Unión Europea.