El régimen cubano confirmó que hay “121 pacientes hospitalizados, de ellos 5 críticos, 3 graves y otros 28 de cuidado”. Hasta el momento, detalló la dictadura, hay 1300 personas autoevacuadas y 600 evacuados en centros laborales.
El siniestro comenzó la tarde del viernes cuando un rayo impactó en uno de los ocho depósitos de combustible en el lugar. Ayer ocurrió una segunda explosión en otro tanque que provocó columnas de humo visibles hasta en La Habana, a 104 kilómetros del lugar.
El dictador de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y su primer ministro, Manuel Marrero, se desplazaron a Matanzas desde la madrugada para seguir de cerca la evolución del suceso y visitaron a los heridos en el cercano hospital provincial Faustino Pérez.
Este incidente sucede solo tres meses después de la explosión en el hotel Saratoga de La Habana que dejó 47 fallecidos.
Las imágenes muestran helicópteros regando agua de mar y arena sobre el área en llamas para evitar la propagación del fuego, así como acciones para enfriar el resto de los tanques y evitar posibles explosiones.