Estas medidas, conocidas como intervenciones de salud pública no farmacológicas (NPI, por sus siglas en inglés) y que incluyen el distanciamiento físico o el aislamiento en el hogar para evitar la transmisión, se encuentran entre los métodos más sencillos y menos costosos para frenar la propagación del SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19. Sin embargo, un gran número de los aproximadamente 1.400 millones de personas de África no tienen acceso a estas herramientas, según los investigadores.
«Cientos de millones de personas en toda África carecen sencillamente de medios para poner en práctica las INF para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2. Hay que priorizar urgentemente la vacunación de estas poblaciones para prevenir la enfermedad y contener la pandemia mundial», apunta el doctor Timothy Brewer, de la Universidad de California en Los Angeles (Estados Unidos) y uno de los autores del estudio.
Hasta ahora, la Covid-19, ha provocado unos 7,3 millones de casos y 185.505 muertes en todo el continente. A nivel mundial, se han notificado casi 210 millones de casos y 4,4 millones de muertes en más de 200 países, aunque la mortalidad total debida al Covid-19 puede llegar a los 7 millones de muertes. La tasa de letalidad mundial de Covid-19 se aproxima a la de la pandemia de gripe H1N1 de 1918.
En los 54 países africanos estudiados, aproximadamente 718 millones de personas viven en hogares con más de seis personas en casa. Aproximadamente 283 millones de personas viven en hogares en los que duermen más de tres personas en una sola habitación. Se calcula que 890 millones de africanos carecen de agua en el hogar, mientras que 700 millones carecen de instalaciones de jabón/lavado en el hogar.
Los investigadores también señalan que, a pesar de los problemas estructurales y de recursos a los que se enfrentan los gobiernos de África, las respuestas de algunas naciones a la Covid-19 han sido de las mejores del mundo. (Europa Press)