Bagdad.- Cientos de manifestantes afiliados a grupos de milicias proiraníes han vuelto a salir ayer a las calles de la capital de Irak, Bagdad, para denunciar los resultados de las elecciones parlamentarias del mes pasado, marcadas por el varapalo a sus partidos.
En lo que llamaron como el «Viernes de consistencia», los organizadores de la protesta reafirmaron sus demandas a través de un comunicado en el que volvieron a pedir el recuento manual de todos los votos, informa la agencia de noticias kurda Rudaw.
La protesta, encabezada principalmente por los partidarios de las Fuerzas de Movilización Popular (PMF, o Hashd al Shaabi) comenzó días después de que fueran anunciados los resultados preliminares de las elecciones parlamentarias del 10 de octubre.
Más de cien personas, en su mayoría de las fuerzas de seguridad, resultaron heridas y al menos una persona murió el 5 de noviembre cuando los manifestantes intentaron asaltar la Zona Verde de Bagdad, que acoge oficinas gubernamentales y misiones diplomáticas.
Días después, el primer ministro del país, Mostafá al Kazemi sobrevivió al ataque de un dron cargado de explosivos para atacar su residencia en lo que las fuerzas de seguridad describieron como un intento de asesinato.
El clérigo chií Muqtada al Sadr, cuyo movimiento ganó el mayor número de escaños en las elecciones y está listo para liderar el próximo gobierno, pidió a las milicias que se disuelvan si quieren unirse a su gobierno.
Un alto responsable de la milicia proiraní Kataib Hezbolá, Abu Ali al Askari, respondió diciendo que entregarían sus armas solo después de que lo hicieran el grupo armado de Sadr, Saraya al Salam, y los kurdos Peshmerga.
En este sentido y como contestación, Al Sadr anunció ayer la disolución de una de sus brigadas. «Como gesto de buena voluntad de mi parte, anuncio la disolución de la Brigada Al Yum Al Wuud (el Día Prometido) y el cierre de su cuartel general», hizo saber en su cuenta de Twitter, en la que ha indicado que el grupo había entregado previamente sus armas y que cualquier persona de la brigada que todavía tenga un arma debe entregarla dentro de las 48 horas. (Europa Press)