El subsecretario de Interior del Gobierno chileno, Manuel Monsalve, explicó que son ya 439.000 las hectáreas destruidas por las llamas. Monsalve indicó que entre los incendios considerados más relevantes está el de Río Blanco, en la comuna de Longaví, en la región del Maule.
Mientras, en Ñuble “se desactivó los incendios con alerta roja, pero se mantiene en Quillón el siniestro Santa Gertrudis y en Ninhue, Casablanca 3”.
Por su parte, en Biobío se mantiene el incendio ‘El Cortijo’ que anoche tuvo escasa actividad, mientras que en el caso de Santa Ana, un incendio complejo que afectó a Nacimiento y Santa Juana, se mantuvo activo durante la noche.
En La Araucanía se mantiene el incendio ‘El Molino’ que está en la comuna de Victoria, el que está en Teodoro Schmidt y ‘Alto Huimpil’ en Galvarino”.
“Hemos reiterado en los últimos días que la emergencia no terminó. Está contenida, pero no está superada”, señaló Monsalve. “Vamos a mantener toda la atención de las instituciones públicas y privadas, porque las condiciones climáticas del país se van a mantener, y empeorar, en materia de condiciones favorables a los incendios de aquí al 23 de febrero”, reiteró.
Asimismo, autoridades reportaron que hay más de 750 brigadistas extranjeros combatiendo los incendios forestales en el país andino entre bomberos, militares y especialistas procedentes de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, España, Italia, México, Portugal y Venezuela.
A pesar de esta colaboración internacional los trabajos de rescate han quedado insuficientes, debido a la magnitud de los incendios, pero que los trabajos de sofocación continúan en aquellos lugares que no fueron identificados plenamente por las autoridades.
En una ayuda mancomunada, como es el caso de España son más de 50 bomberos forestales y expertos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y de cinco comunidades autónomas los que colaboran en las tareas de extinción de los graves incendios forestales en Chile. (Europa Press).