Kiev.- Más de seis semanas de conflicto en Ucrania devastaron las redes de agua y electricidad, dejando a cerca de 1,5 millones de personas sin acceso los servicios básicos en el este del país ucraniano, mientras que 4,6 millones están en riesgo de perder el suministro, denunció Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Según los datos proporcionados por Unicef, solo en el este de Ucrania se han registrado al menos 20 incidentes distintos de daños en la infraestructura del agua. Los cortes de electricidad han detenido las bombas de agua, y los daños causados por las explosiones en las tuberías están interrumpiendo el flujo de agua.
La intensificación de los combates en el este y el uso generalizado de armas explosivas en las zonas pobladas amenazan con diezmar aún más el sistema de agua, que ahora corre el riesgo de colapsarse por completo, tras ocho años de conflicto de baja intensidad en una red ya deteriorada, indicó la agencia de la ONU.
En Mariúpol, miles de personas utilizan fuentes sucias en busca de cualquier agua que puedan encontrar, ha agregado. Las principales ciudades de las regiones de Donetsk y Lugansk también están sin suministro de agua y otras 340.000 personas perderán el suministro de agua si se seca un embalse en Horlivka.
Las ciudades de Sumy y Chernígov sufrieron graves cortes de agua a principios de marzo y el sistema de Járkov también está gravemente afectado. «Es urgente restablecer el acceso al agua y proporcionar suministros de emergencia a estas ciudades y a otras zonas de intensos combates», urgió Unicef.
Desde el inicio del conflicto, el Clúster WASH confirmó que cuatro técnicos de agua han resultado heridos en Chernígov y uno en Járkov, lo que se suma a los al menos 35 ingenieros de agua que han muerto o resultado heridos en las regiones de Donetsk y Lugansk desde 2014.
Hace un año, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó por unanimidad la Resolución 2573, recordando que el Derecho Internacional humanitario obliga a todas las partes en los conflictos armados a proteger a los civiles y las infraestructuras civiles, incluidas las instalaciones de agua.
Sin embargo, las infraestructuras civiles, incluidas las redes de agua, saneamiento y electricidad, han sido destruidas durante la guerra en Ucrania, dificultando gravemente el acceso de la población a servicios vitales.
La coordinadora residente de la ONU en Ucrania, Osnat Lubrani, recordó que «el agua es esencial para la vida y un derecho de todos». «Los riesgos para la salud, especialmente para los niños y los ancianos, causados por los cortes de agua son graves, ya que la gente se ve obligada a utilizar fuentes de agua sucia, lo que provoca diarrea y otras enfermedades infecciosas mortales», ha agregado.
Por ello, consideró «imperativo» que las partes del conflicto respeten sus obligaciones en materia de Derecho Internacional humanitario y «tengan un cuidado constante» para preservar las infraestructuras civiles. «En los casos en los que las instalaciones de agua sufren daños, los técnicos de agua deben tener acceso urgente y seguro para reparar la red», añadió.
El grupo WASH también instó a todas las partes evitar el uso de armas explosivas en zonas pobladas y retirar el material y el personal militar de las posiciones cercanas a las infraestructuras civiles. (Europa Press)