En su más reciente análisis sobre la situación educativa en el marco de la pandemia, la agencia de la ONU ha concluido que Bangladesh, Filipinas y Panamá son los países que han mantenido las escuelas cerradas durante más tiempo, mientras que en el 27 por ciento de los países del mundo las escuelas siguen cerradas total o parcialmente.
Esto se traduce en que unos 131 millones de estudiantes de once países han perdido más de tres cuartas partes de su educación presencial y «aunque la educación a distancia ha sido un salvavidas para millones de alumnos, el acceso a la tecnología y la calidad del plan de estudios han sido desiguales incluso dentro de las comunidades y distritos electorales», señaló Unicef.
En este sentido, el cierra de escuelas ha provocado «una crisis en la sombra» para los niños, ya que además de retrasarse en su educación, muchos de ellos no reciben comidas ni vacunas periódicas, a lo que se suma el aislamiento social y una mayor ansiedad mientras quedan más expuestos a casos de abuso y violencia.
Incluso para algunos, el cierre de los centros educativos los ha llevado al abandono escolar, el trabajo infantil y el matrimonio precoz.
«Mientras se reanudan las clases en muchos países del mundo, millones de estudiantes inician un tercer año académico sin pisar un aula», ha lamentado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, unas pérdidas de las que puede que «no se recuperen nunca».
Frente a esta situación, Unicef y sus aliados cerrarán todas sus redes sociales a partir de las 15.00 horas, durante 18 horas, para llamar la atención sobre «los 18 meses en los que el aprendizaje perdido y el potencial aplazado han aumentado la incertidumbre sobre el futuro de muchos niños».(Europa Press)