Washington.- El equipo de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha advertido ayer de que es «probable» que se produzca otro ataque terrorista en la capital de Afganistán, Kabul, en una reunión mantenida con el presidente y la vicepresidenta, Joe Biden y Kamala Harris, respectivamente.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, detalló en un comunicado que el equipo de Seguridad Nacional que los efectivos estadounidenses toman «las máximas medidas de protección» en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai a la luz de la nueva amenaza.
Asimismo, han trasladado a los mandatarios estadounidenses que, a pesar de las amenazas, los militares estadounidenses continúan con las operaciones de evacuación, que han permitido la salida de miles de personas de Kabul en las últimas 24 horas. El Gobierno prioriza la evacuación de los ciudadanos estadounidenses.
En este sentido, Biden ordenó al secretario de Estado, Antony Blinken, continuar con las labores diplomáticas para asegurar que ciudadanos de terceros países y afganos en posesión de visados puedan salir del país después de la fecha límite del repliegue de los soldados estadounidenses, este martes.
Por otro lado, los comandantes también actualizaron a Biden y Harris sobre planes para «definir objetivos» de Estado Islámico Provincia Jorasán (ISKP), la filial del grupo yihadista que ha reclamado la autoría del atentado del pasado jueves, que ha dejado al menos 170 muertos, incluidos 13 militares estadounidenses, y más de 200 heridos.
Así, Biden reiteró su aprobación a todo lo que necesiten los militares para llevar a cabo las operaciones y proteger a los soldados que todavía permanecen en el país asiático, dado que «los siguientes días de la misión serán los más peligrosos hasta la fecha».
El Pentágono ya había avanzado que hay «amenazas específicas, creíbles» sobre nuevos ataques en Kabul.
Además, el presidente estadounidense, Joe Biden, prometió que los terroristas «pagarían» por lo que han hecho. Unas cien personas perdieron la vida, entre ellas 13 militares de Estados Unidos, en el que está considerado ya el ataque más mortífero para las tropas norteamericanas en una década.
TALIBANES
Por otro lado, Psaki puntualizó que trabajar con los talibán para continuar con las operaciones de evacuación es «necesario», remarcando que, si bien Washington «no prefiere» esta relación, es una «necesidad» para facilitar estas salidas.
«La realidad es que (…) los talibán controlan amplias franjas de Afganistán, incluyendo el área que rodea el perímetro del aeropuerto, así que por necesidad esa es nuestra opción, para coordinar la salida de los ciudadanos estadounidenses, nuestros colaboradores afganos, individuos elegibles para programas en Estados Unidos», dijo en rueda de prensa, según la cadena de televisión CNN. «Ahora mismo necesitamos continuar coordinando, ese es nuestro objetivo para los próximos dos días», agregó.
En referencia al atentado del pasado jueves en Kabul, Psaki ha matizado que, si bien Washington no confía en el nuevo Afganistán, no hay nada que sugiera que el ataque se coordinó entre los talibán y Estado Islámico Provincia Jorasán (ISKP). (Europa Press)