Bogotá.- Las Fuerzas Armadas de Colombia capturaron a Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, el principal narcotraficante del país, acusado de enviar grandes cargamentos de cocaína a Estados Unidos y de decenas de crímenes como máximo líder del Clan del Golfo, informó el Gobierno.
El presidente, Iván Duque, calificó la captura como el mayor golpe al narcotráfico en el país sudamericano desde la muerte de Pablo Escobar.
Alias Otoniel, de 50 años, por quien el Gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por información que permitiera su ubicación, fue capturado en la región del Urabá, en el departamento de Antioquia.
Colombia también ofrecía hasta 3.000 millones de pesos (casi 800.000 dólares) por información sobre su paradero.
Con el arresto terminó una persecución de siete años por tierra, mar, aire y ríos, en la que participaron miles de efectivos de la Policía Nacional y de las Fuerzas Militares e incluso trabajo satelital con el apoyo de agencias de Estados Unidos y del Reino Unido para lograr atravesar ocho anillos de seguridad que protegían al narcotraficante.
«Este es el golpe más duro que se le ha propiciado al narcotráfico en este siglo en nuestro país y este golpe es solamente comparable con la caída de Pablo Escobar en los años 90», dijo Duque en una declaración, en la que reveló que en el operativo murió un policía.
El mandatario agregó que además del tráfico de drogas, Otoniel está acusado de matar a policías, reclutar menores y abusar sexualmente de niños, entre otros delitos.
Con una vida criminal de más de tres décadas en la que inicialmente se desmovilizó de la guerrilla izquierdista del Ejército Popular de Liberación para luego vincularse a las Autodefensas Unidas de Colombia, la mayor organización paramilitar del país, Úsuga se convirtió en el máximo líder del Clan del Golfo, una banda criminal dedicada al narcotráfico.
AMPLIO DESPLIEGUE
La operación Osiris en contra de Otoniel involucró más de 500 hombres de las Fuerzas Especiales colombianas y 22 helicópteros, dijo el ministro de Defensa, Diego Molano.
El grupo armado liderado por alias «Otoniel» lo conforman alrededor de 1.200 hombres con presencia en 10 de los 32 departamentos del país, en su mayoría antiguos paramilitares de ultraderecha que incumplieron un acuerdo de paz del 2005 y regresaron a actividades criminales, principalmente la producción y tráfico de cocaína, según fuentes de seguridad.
«Otoniel debe rendir cuentas ante la justicia por los cientos de crímenes cometidos bajo su mando. Las victimas merecen justicia», escribió en su cuenta de Twitter José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch para las Américas.
Los paramilitares surgieron con el apoyo de ganaderos y terratenientes en la década de 1980 para combatir a la guerrilla izquierdista.
Las autoridades colombianas lanzaron en 2016 la Operación Agamenón con la que le fueron cerrando el cerco a «Otoniel», abatiendo y capturando a decenas de sus lugartenientes, afectando sus finanzas y obligándolo a tomar medidas como no pasar dos noches seguidas en el mismo sitio, constantes desplazamientos a pie o en mula y comunicarse solamente a través de audios llevados por correos humanos, según la policía.
En 2017 se conoció un video en que el anunciaba su intención de someterse a la justicia, pero nunca se concretó.
«Es una gran cosa, porque es el mayor capo de la droga en Colombia», dijo Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, quien agregó que la captura no cambia los fundamentos del narcotráfico. «Otoniel está destinado a ser reemplazado».
Nini Johana Úsuga, alias «La Negra», hermana de alias «Otoniel», fue capturada en marzo de este año por la policía colombiana con el apoyo de la DEA y extraditada a Estados Unidos por cargos relacionados con narcotráfico y lavado de activos.
Además del narcotráfico, el Clan del Golfo está involucrado, en la minería ilegal y el Gobierno la acusa de ser responsable de amenazas y asesinatos de líderes sociales. (Reuters)