Bogotá.- La reanudación de la negociación de paz con la guerrilla izquierdista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) podría ser posible si se hace fuera de Cuba y el grupo rebelde acepta condiciones como liberar a los secuestrados, dijo el candidato de derecha a la presidencia de Colombia Óscar Iván Zuluaga.
El político, quien para la elección presidencial de mayo llevará la bandera del partido de Gobierno, el Centro Democrático del presidente Iván Duque, descartó un diálogo de paz con las disidencias de las FARC y dijo que si es elegido impulsará una reforma fiscal para recortar el gasto público y otra para eliminar subsidios a las altas pensiones.
“Yo estoy dispuesto a la negociación, pero una negociación con condiciones. La primera no puede ser en Cuba”, dijo en una entrevista con Reuters Zuluaga, un economista y empresario de 63 años que fue ministro de Hacienda entre 2007 y 2010, en el Gobierno del expresidente Álvaro Uribe.
“Tienen que mantenerse unas condiciones mínimas, tienen que liberar a todos los secuestrados, liberar a todos los menores que reclutaron de manera forzada, estar dispuestos a entregar las rutas del narcotráfico y los bienes para poder reparar a las víctimas”, agregó.
La próxima elección presidencial podría marcar un drástico cambio de rumbo en la historia política colombiana si el izquierdista Gustavo Petro, un antiguo guerrillero que fue alcalde de Bogotá y lidera las encuestas con alrededor de un 20 % de la intención de voto, logra la victoria.
Aunque el Centro Democrático tiene un poder notable en el Congreso y en varias regiones importantes del país de 50 millones de habitantes, hasta ahora Zuluaga no ha logrado aumentar su apoyo por encima de un dígito en las encuestas.
El político dijo que está dispuesto a hacer alianzas después de la primera vuelta, aunque se debe esperar el resultado de las elecciones legislativas de marzo y de las consultas en las que otros partidos elegirán sus candidatos a la presidencia.
“Esto apenas empieza. Y por eso yo creo que el panorama político colombiano se va a empezar a aclarar después del resultado de las elecciones del 13 de marzo”, afirmó.
Zuluaga, como el expresidente Uribe, se opuso a un acuerdo de paz de 2016 con los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que buscaba acabar con un conflicto interno que ha cobrado más de 260.000 vidas.
En 2017 el Gobierno de Colombia inició conversaciones de paz con el ELN, pero Duque las congeló después de que en enero de 2019 el grupo rebelde hizo explotar un carro bomba en la escuela de formación de oficiales de la Policía Nacional en Bogotá, un ataque en el que murieron 22 cadetes.
Además de enfrentar a las Fuerzas Armadas, el ELN combate con disidencias de las FARC que rechazaron el acuerdo de paz y con bandas criminales por el control territorial de zonas estratégicas para el narcotráfico y la minería ilegal.
DISIDENCIAS DE FARC
Los líderes del ELN -que se estima tiene unos 2.350 combatientes y fue fundado en 1964 por sacerdotes católicos radicales- permanecen en Cuba pese a las reiteradas demandas de Duque a La Habana para que los extradite.
Zuluaga dijo que idealmente una negociación con el ELN se debería hacer en Colombia, al tiempo que descartó un diálogo de paz con las disidencias de las FARC y las bandas criminales.
El Candidato señaló que idealmente una negociación con el ELN se debería hacer en Colombia, al tiempo que descartó un diálogo de paz con las disidencias de las FARC y las bandas criminales.
“Disidencias de las FARC, organizaciones criminales, el camino que les queda es someterse y entregarse al Estado, un sometimiento”, aseguró Zuluaga en su oficina de Bogotá. “A las FARC se les dio la oportunidad, engañaron al país y siguieron el negocio del narcotráfico”.
El político, que en 2014 fue candidato presidencial y perdió frente al expresidente Juan Manuel Santos, aseguró que de ganar no restablecerá relaciones diplomáticas con Venezuela al tiempo que calificó el Gobierno de Nicolás Maduro como “una dictadura que tiene características de Estado mafioso”.
Para Zuluaga, Venezuela se convirtió en una retaguardia estratégica para el ELN y las disidencias de las FARC debido a que los líderes de esos grupos permanecen en territorio de ese país evadiendo la ofensiva de las Fuerzas Militares de Colombia mientras hacen negocios de narcotráfico y organizan ataques.
Colombia acusa desde hace tiempo a Maduro de albergar y proteger en Venezuela a líderes de esos grupos armados ilegales, a pesar de las reiteradas negativas de Caracas.
Zuluaga también aseguró que la comunidad internacional debe mantener la presión por elecciones libres y una transición democrática en Venezuela. (Reuters)