Según la ordenanza, que entra en vigor el pasado sábado, los viajeros deben presentar una prueba de antígenos realizada hasta 24 horas antes del embarque o un test PCR hasta 72 horas antes. Quien no presente un comprobante de vacunación con ambas dosis tendrá que hacer una cuarentena de cinco días y presentar una nueva prueba negativa antes de ser liberado para circular.
Los viajeros también tendrán que rellenar una Declaración de Salud del Viajero y especificar dónde pasarán la cuarentena, en el caso de los viajeros no vacunados, así como comprometerse a cumplir las normas que determine el gobierno.
En las fronteras terrestres, se exigirá una prueba de vacunación o una prueba negativa.
La ordenanza llega después de reiterados pedidos de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para que el gobierno adopte la exigencia de un pasaporte de vacunación para la entrada de extranjeros, especialmente ante el surgimiento de la nueva variante ómicron, aparentemente más contagiosa y con riesgo de evadir la protección de las vacunas actuales.
Sin embargo, Jair Bolsonaro se negó a aceptar las restricciones, ya adoptadas en varios países. Supuestamente no vacunado hasta ahora, el presidente afirma erróneamente que las personas que han tenido covid-19 tendrían tanta o más protección que los vacunados, a pesar que las pruebas científicas demuestran que no es así. (Reuters)