Bruselas.- El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, cargó duramente contra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, por su deriva autoritaria y le ha descrito como un «tirano», llegando a compararle con el dictador militar Anastacio Somoza.
En un debate en el Parlamento Europeo sobre la crisis en el país centroamericano, el jefe de la diplomacia europea ha asegurado que le genera «tristeza» ver como el que en su día fue un «luchador por la libertad de su pueblo», en referencia al pasado guerrillero de Ortega, «se convirtió en un dictador como el que era Anastasio Somoza».
«Ortega no es un señor de izquierdas, no es una dictadura de izquierdas, simplemente es una dictadura. No tiene ninguna clase de ideología y solo le mueve mantenerse en el poder», aseguró Borrell en un momento del debate ante las palabras del eurodiputado de IU Manu Pineda, quien ha defendido la victoria electoral de Ortega en las elecciones del pasado 7 de noviembre.
El Alto Representante pidió «llamar a las cosas por su nombre», «como si por el hecho de ser de izquierdas fuera más reprobable». «Las dictaduras son dictaduras», ha subrayado y ha exigido a los eurodiputados «no enmascarar la realidad» por motivación política.
Además, Borrel se expresó en estos términos en un debate en el que la gran mayoría de intervinientes ha reclamado a los Veintisiete redoblar su acción contra la deriva de Ortega y activar la cláusula democrática del acuerdo de asociación con Nicaragua.
La petición de romper las relaciones comerciales con Nicaragua se la han hecho llegar desde el PP eurodiputados como Juan Ignacio Zoido o Leopoldo López, quien ha pedido que el bloque use «todos los instrumentos» en su mano y aplique medidas directamente contra el mandatario nicaraguense.
Pero también desde otros grupos como Los Verdes, Tilly Metz, los liberales, Soraya Rodríguez y Dita Charanzova, PNV, Izaskun Bilbao, o ERC, Jordi Solé. Entre las filas de los socialdemócratas, la belga Maria Arena también ha pedido considerar la opción de activar la cláusula democrática que suspende el acuerdo de asociación.
Sin embargo, Borrell ha explicado que la UE ya hace todo lo que tiene en su mano y se encuentra estudiando nuevas sanciones, como reclamó en noviembre España para responder a las elecciones fraudulentas. Y ha defendido los pasos dados hasta ahora con restricciones contra 14 dirigentes del régimen de Ortega, incluyendo a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
A su juicio, Managua no se inmutaría si la UE suspendiese las relaciones comerciales porque las exportaciones europeas representan solo el 9% del total y son solo 300 millones de euros. Sobre la posibilidad de activar la cláusula política ha dicho que esto no es posible porque Bélgica no ha completado la ratificación del acuerdo, apuntando a que son las inconveniencias de aprobar medidas por unanimidad.
Borrell se opuso a cancelar la ayuda humanitaria a Nicaragua alegando que el grueso se canaliza a través de organizaciones no gubernamentales y se destinan a actividades como la protección medioambiental o la defensa de minorías, de tal forma que evitan ser «instrumentalizadas» por el régimen de Ortega. (Europa Press)