“Lamentablemente, varias personas están heridas. La infraestructura del puerto está dañada”, dijo Maksym Marchenko, el gobernador regional de Odessa, en una declaración por video difundida en las redes sociales. El funcionario no dio detalles adicionales sobre el número de heridos.
Dos misiles de crucero alcanzaron la infraestructura portuaria, ensombreciendo así el acuerdo histórico que ambos países firmaron por separado el viernes con Turquía y la ONU, en busca de aliviar la crisis alimentaria mundial. “El enemigo atacó el puerto marítimo de Odessa con misiles de crucero Kalibr. Dos de los proyectiles fueron derribados por las fuerzas de defensa aérea. Dos impactaron en la infraestructura portuaria”, precisó Sergii Brachuk, portavoz de la administración regional de Odessa.
El ataque pone en peligro un acuerdo que funcionarios de la ONU y de Turquía, menos de 24 horas antes, habían saludado como un gran avance tras meses de negociaciones. El acuerdo del viernes, negociado por las Naciones Unidas y Turquía, ayudaría a levantar un bloqueo que ha expuesto a países de todo el mundo a la amenaza del aumento del hambre, especialmente en África y Oriente Medio.
El acuerdo depende en parte de las promesas rusas de no atacar Odessa y otros dos puertos implicados en los envíos. Incluía garantías de seguridad tanto para Ucrania como para Rusia, que acordaron no “emprender ningún ataque contra los buques mercantes y otros buques civiles e instalaciones portuarias” vinculados a la iniciativa.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, aseguró que el ataque con misiles de Rusia en el puerto de Odessa ayer simplemente demuestra que Moscú está buscando formas de incumplir el acuerdo para la exportación de grano firmado solo un día antes con Naciones Unidas, Turquía y Ucrania.
Funcionarios ucranianos acusaron al Kremlin de poner en peligro el acuerdo, que garantiza el paso seguro de los buques mercantes de los tres puertos, para reanudar el flujo de grano cortado por un bloqueo naval ruso.
Un portavoz militar ucraniano dijo ayer que misiles rusos alcanzaron instalaciones de procesamiento de cereales en Odessa, un día después de que Ucrania y Rusia sellaran un acuerdo para desbloquear exportaciones desde el puerto. “El puerto de Odessa fue atacado específicamente cuando cargamentos de cereales estaban siendo procesados. Dos misiles impactaron las infraestructuras del puerto, donde por supuesto hay grano. Atacaron un territorio donde se encuentra el grano”, dijo a la AFP el portavoz militar Yuriy Ignat.
El embajador de Ucrania en Turquía dijo que el ataque demostraba que el acuerdo con Rusia no valía “ni siquiera el papel firmado”, mientras que un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano lo calificó de “escupitajo en la cara” del jefe de la ONU y del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Al disparar misiles contra el puerto, el presidente ruso Vladimir Putin “escupió en la cara del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y del presidente turco, Recep (Tayyip) Erdogan, que han hecho enormes esfuerzos para alcanzar este acuerdo”, dijo por su parte el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Oleg Nikolenko.
El funcionario ucraniano aseguró, además, que Rusia deberá asumir “toda la responsabilidad” si fracasa el acuerdo y se profundiza “la crisis alimentaria mundial”.
Las reacciones no se hicieron esperar. Guterres condenó “inequívocamente” el ataque y enfatizó que “la plena aplicación (del acuerdo) por la Federación Rusa, Ucrania y Turquía es imperativa”.
En la misma línea, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, tildó el ataque de “reprobable”. “Golpear un objetivo crucial para la exportación de granos un día después de la firma de los acuerdos de Estambul es en particular reprobable y de nuevo demuestra el total desprecio de Rusia por el derecho y los compromisos internacionales”, escribió Borrell en Twitter.
EEUU también repudió el accionar de Moscú. “Es un escándalo. Rusia ataca la ciudad portuaria de Odessa menos de 24 horas después de firmar un acuerdo para permitir los envíos de exportaciones agrícolas. El Kremlin sigue usando la comida como arma. Rusia debe rendir cuentas”, condenó la embajadora en Kiev, Bridget Brink.
El convenio sellado en Estambul es el primer gran acuerdo entre las partes en conflicto desde que comenzó el 24 de febrero la invasión rusa y era esperado con ansias para ayudar a mitigar el hambre que, según la ONU, enfrentan 47 millones de personas adicionales debido a la guerra.
Hasta 20 millones de toneladas de trigo y otros granos están bloqueados en los puertos ucranianos, sobre todo en Odesa, por buques rusos de guerra y las minas que puso Kiev para evitar un ataque anfibio.
Zelensky estima el valor de las existencias de granos de Ucrania en alrededor de 10.000 millones dólares (unos 9.800 millones de euros). (Infobae)