En las últimas horas, Bolsonaro ha recibido el respaldo de los gobernadores reelectos de Minas Gerais y Río de Janeiro, Romeu Zema y Claudio Castro, respectivamente, así como del todavía jefe de gobierno de Sao Paulo, Rodrigo García, quien no podrá revalidar mandato tras quedar tercero en las elecciones.
No obstante, el apoyo del Gobierno de Sao Paulo no parece estar en duda para Bolsonaro porque todo hace presagiar que será su antiguo ministro de Infraestructura, Tarcísio de Freitas, quien ratifique en segunda vuelta el resultado que obtuvo en la primera contra la propuesta del PT, Fernando Haddad.
Hay que recalcar que Bolsonaro salió de la primera vuelta con unos seis millones de votos menos que Lula da Silva. Las previsiones más esperanzadoras para el líder de la ultraderecha de Brasil es lograr al menos tres millones gracias al apoyo de Zema, Castro y García, mientras que la otra mitad tendría que ir a buscarla a las regiones del noreste, donde Lula tiene algunos de sus principales bastiones.
Las ambiciosas aspiraciones de Bolsonaro, por ejemplo en Minas Gerais, pueden darse de bruces con la realidad que quedó de manifiesto en ese estado tras la primera vuelta, donde Lula fue la opción más votada, recuperando espacios incluso en zonas donde tradicionalmente la derecha tiene un caladero de votos.
Por su parte, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) y expresidente de Brasil confía en los apoyos escamoteados por el Partido Democrático Laborista (PDT) en primera vuelta y los que pueda traer consigo la candidata del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), Simone Tebet, para volver al Palacio del Planalto más de veinte años después.
La senadora del MDB, tercera opción de los brasileños en las elecciones, hará oficial su apoyo a Lula no más tarde de hoy, según se fue adelantando, además de que Tebet podría compartir con Lula un acto en el que formalicen esta nueva alianza nacional de cara a la segunda vuelta.
El tono es sin duda más mediático de lo que el MDB esperaba. La formación cuenta con dos corrientes bien diferencias, con la zona norte y noreste apoyando a Lula y el sur y centro oeste decantándose por Bolsonaro, por lo que previsiblemente libere a sus afiliados y electores para optar por su candidato favorito.
La neutralidad del MDB es una forma de evitar una brecha dentro del partido, ya que no se ha logrado consenso a la hora de apoyar a uno de los candidatos. Tebet, quien ya declaró en su momento que rechazaría pactar con Bolsonaro, mantuvo en las últimas horas una conversación telefónica con Lula. Queda por saber si compartirá con él actos de campaña, o bien dará su apoyo de manera crítica. (Europa Press)