«Debemos ser absolutamente claros sobre lo que es verdad y lo que es mentira. Esta es la verdad: un expresidente de Estados Unidos ha creado y difundido una red de mentiras sobre las elecciones de 2020. Lo ha hecho porque valora el poder por encima de los principios», dijo Biden.
El discurso significó un cambio para Biden, que ha pasado la mayor parte de su primer año en el cargo centrado en llevar a cabo su propia agenda en lugar de mirar hacia atrás.
No obstante, los demócratas, un puñado de republicanos y muchos observadores independientes han advertido de que el daño que hizo Trump antes de los disturbios -en un incendiario discurso a sus partidarios en el que repitió sus falsas afirmaciones electorales y les exhortó a ir al Capitolio y «luchar como un demonio» para «detener el robo»- persiste.
«Hoy hace un año, en este lugar sagrado, la democracia fue atacada. Simplemente atacada», dijo Biden. «La voluntad del pueblo fue atacada. La Constitución, nuestra Constitución, se enfrentó a la más grave de las amenazas».
Biden añadió que «por primera vez en nuestra historia, un presidente no sólo perdió las elecciones, sino que intentó impedir el traspaso pacífico del poder». Asimismo, condenó a Trump por ver los disturbios por televisión «y no hacer nada durante horas».
Por su parte, Trump afirmó en un comunicado tras los comentarios de Biden, que el actual mandatario «usó mi nombre para tratar de dividir aún más a Estados Unidos». «Este teatro político es sólo una distracción».
Según un sondeo de Reuters/Ipsos, cerca del 55% de los votantes republicanos cree en la falsa acusación de Trump, que fue rechazada por decenas de tribunales, departamentos electorales estatales y miembros de su propio gobierno. (Reuters)