A esta cifra, en la que se incluyen al menos nueve muertes de menores, aunque sin tener todas las pruebas documentales verificadas, habría que sumar los más de 63 muertos de las protestas en Zahedán.
“La muerte de manifestantes en Irán, en particular en Zahedán, son crímenes contra la humanidad. La comunidad internacional tiene el deber de investigar estos crímenes y evitar que la República Islámica cometan más crímenes”, afirmó el director de Iran Human Rights, Mahmud Amiri-Moghaddam.
Según esta organización, los manifestantes concentrados tras los rezos en Zahedán para protestar por la violación de una niña baluchí de 15 años por parte del jefe de la Policía de Chabahar fueron duramente reprimidos por las fuerzas de seguridad. La Campaña de Activistas Baluchíes publicó un listado de 41 fallecidos que ahora aumentaron a 63.
En total, los manifestantes fallecieron en al menos 17 provincias, con la mayor cantidad reportada en Sistán y Baluchistán, con 63 personas muertas, seguida de Mazandaran, con 27, Gilán (12) y Azerbaiyán Occidental (11). Algunos murieron instantáneamente y otros a causa de sus heridas más tarde. La mayoría se informaron los días 21, 22 y 30 de septiembre.
El grupo ha denunciado con anterioridad los graves problemas para poder acceder a Internet en los diez últimos días que han afectado a plataformas como Instagram, WhatsApp, Signal, Viber, Skype, LinkedIn, Google Play o App Store.
Amini fue detenida el 13 de septiembre y falleció tres días después de caer en coma tras desmayarse en un centro de detención, en medio de denuncias sobre torturas y malos tratos. La Policía ha negado las acusaciones y el presidente iraní, Ebrahim Raisi, prometió una investigación. (Europa Press).