Bachelet, que la próxima semana dejará su cargo como Alta Comisionada, recibió el pasado jueves en Ginebra a Stella Assange y a los abogados Baltasar Garzón y Aitor Martínez, que denunciaron las supuestas violaciones de los Derechos Humanos referentes a este caso.
El entorno de Assange teme que incluso su vida corra peligro si finalmente es trasladado a Estados Unidos, en virtud de una orden firmada en junio por el Gobierno británico y pendiente de dos recursos. La Fiscalía norteamericana le acusa de espionaje por la filtración de miles de documentos secretos.
Los abogados han hecho hincapié en que Estados Unidos invoca una ley de 1917 para perseguir a un periodista y que este tipo de regulación no tendría cabida dentro de los estándares penales de Europa. Además, han advertido de que incurre en una «extraterritorialidad abusiva».
Garzón y Martínez informó a Bachelet de las causas abiertas en España para investigar a la empresa que proporcionaba servicios de seguridad en la Embajada de Ecuador en Londres, donde Assange permaneció recluido hace cinco años, y que supuestamente colaboró con la Inteligencia norteamericana.
La esposa del fundador de Wikileaks, por su parte, se ha centrado en el delicado estado de salud en que se encuentra Assange, y ha recordado que un informe de un relator especial de la ONU ya alertó de que estaba sometido a una situación equiparable con la tortura. (Europa Press).