La mayoría de los países desarrollados quieren deshacerse del carbón lo antes posible. Sin embargo, el gobierno australiano planea mantener la extracción del carbón durante décadas.
Así lo declaró Keith Pitt, ministro australiano de Energía, pocos días después de que el primer ministro Scott Morrison regresara de Glasgow, donde asistió a la COP26.
Pitt aseguró que el carbón de su país es de los de mayor calidad en el mundo. «Es por eso que seguiremos teniendo mercados por décadas en el futuro, y si ellos lo compran… pues nosotros lo venderemos», agregó.
El ministro sostuvo que la demanda de carbón crecerá hasta 2030. «Si no ganamos ese mercado, otros lo harán», indicó. Pitt dijo que unos 300.000 empleos en Australia dependen del carbón. Pero algunos grupos mineros de Australia, como BHP, han dicho que dejarán de extraer el contaminante combustible.
Australia se distinguió por negarse a participar en los compromisos más importantes de la COP26, una reducción drástica de las emisiones de metano y, sobre todo, una salida programada del carbón. En Glasgow, Reino Unido, más de 40 países se comprometieron a eliminar el uso de carbón en las próximas décadas.
Australia es el mayor exportador de carbón del mundo. Esta es una posición que el actual gobierno pretende mantener, a pesar de que en los últimos años el país ha visto aumentar los fenómenos meteorológicos extremos, como la sequía, los incendios forestales y las inundaciones.
Scott Morrison acaba de anunciar un plan para lograr la neutralidad del carbono en 2050, un plan que no implica el cese de la minería del carbón y que se basa principalmente en tecnologías que no existen en la actualidad. (RFI)