Se estimó que el uranio enriquecido al 60% y en forma de hexafluoruro de uranio, el gas que enriquece las centrifugadoras, ha aumentado en 12,5 kg hasta 55,6 kg desde el último artículo trimestral del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) publicado el 30 de mayo, según el reporte al que tuvo acceso Reuters.
Al mismo tiempo, como en trimestres anteriores, el OIEA emitió un segundo artículo en el que afirmó que Irán seguía sin dar respuestas creíbles sobre el origen de las partículas de uranio encontradas en tres emplazamientos no declarados que parecen ser principalmente antiguos y que el organismo lleva años investigando.
«Al Director General le preocupa cada vez más que Irán no se haya comprometido con el Organismo en relación con las cuestiones de salvaguardias pendientes durante este período y, por lo tanto, que no haya habido ningún progreso hacia su resolución», indicó el segundo artículo, al que Reuters también accedió.
La cuestión de las partículas no declaradas ha sido un punto de fricción en las negociaciones para reactivar el pacto nuclear de 2015.
Además, la república islámica quiere que la investigación se cierre, mientras que las potencias occidentales y el OIEA insisten en que se trata de un asunto separado que Irán está legalmente obligado a ayudar a aclarar como signatario del Tratado de No Proliferación nuclear.
Las agencias de inteligencia estadounidenses y el OIEA creen que Irán tenía un programa secreto y coordinado de armas nucleares que detuvo en 2003, pero Teherán insiste en que nunca ha tenido un programa de ese tipo. Se cree que la mayoría de los emplazamientos se remontan a 2003 o antes.
«El Organismo no está en condiciones de garantizar que el programa iraní sea exclusivamente pacífico», señaló el segundo artículo, lo que significa que sin explicaciones creíbles sobre lo que ocurrió con el uranio que parece haber estado presente en los tres emplazamientos, el OIEA no puede garantizar que el uranio no haya sido desviado para fabricar armas. (Reuters)