Quito.- El velocista Álex Quiñónez conversaba con otro joven en una de las calles de la cooperativa Colinas de la Florida, en el norte de Guayaquil. Fue allí donde falleció tras el violento ataque de los ocupantes de un vehículo blanco, tipo Suzuki SZ, que pasó por el lugar.
La Policía indicó, de forma preliminar, que el deportista de 32 años sería una víctima colateral. Las investigaciones por ahora apuntan a su acompañante, Christopher A., de 23 años, quien también falleció en el sitio; las autoridades no descartan un presunto vínculo con el tráfico de estupefacientes.
Según el parte inicial, los atacantes llegaron al sitio “con prendas reflectivas, luciendo ser policías” y comenzaron a disparar. Quiñónez recibió varios disparos, uno de ellos en la cabeza.
Su asesinato ocurre en medio del estado de excepción decretado el pasado 18 de octubre por el Gobierno en nueve provincias para reducir los elevados índices de inseguridad. Poco antes del crimen, la comandante general de la Policía, Tannya Varela, informaba que Guayaquil registraba “48 horas sin muertes violentas”.
En medio de los mensajes de condolencias de distintas instituciones, la Policía informó que ha activado equipos “para capturar a los presuntos responsables de muerte violenta suscitada en Guayaquil”. La ciudad es vigilada por cerca de 1 000 uniformados, entre policías y militares.
La Gobernación del Guayas, entidad que también es parte de la articulación de los operativos de control, se sumó a los sentimientos de pesar y solidaridad con la familia del deportista “quien en vida llevó a lo más alto el deporte ecuatoriano”. (El Comercio – Ecuador)