El Ministerio de Asuntos Exteriores argentino denunció en concreto la instalación del sistema Sky Sabre, un sistema de defensa antiaéreo de tierra de nueva generación que viene a reemplazar a los misiles de tipo Rapier y que triplica su alcance, por lo que supone un «acto de hostilidad».
«Se trata de una nueva e injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales, que instan tanto a la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la Cuestión de las Islas Malvinas», indicó Buenos Aires.
Así, «la persistencia del Reino Unido en la ampliación de su armamento militar en el Atlántico Sur contraviene específicamente la resolución 31/49 de la Asamblea General de Naciones Unidas que insta a ambas partes a que se abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación mientras las Islas están atravesando por el proceso de negociación por ella recomendado».
Además, Buenos Aires resaltó que la «presencia militar contradice también la resolución 41/11 de la Asamblea General (Zona de Paz y Cooperación en el Atlántico Sur) que, entre otras disposiciones, «exhorta a los Estados de todas las demás regiones, en especial a los Estados militarmente importantes, a que respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en dicha región»».
Para Argentina, «la alegada condición defensiva de la base militar británica en el Atlántico Sur no sólo es totalmente injustificada sino también representa una amenaza para toda la zona».
Las Malvinas, localizadas a unos 700 kilómetros de la costa de la provincia argentina de Tierra del Fuego, están habitadas por unas 3.000 personas. Argentina y Reino Unido se enfrentaron por su soberanía en una breve guerra en 1982 que acabó con la victoria británica. Desde entonces, el archipiélago ha sido motivo de tensión entre Buenos Aires y Londres. (Europa Press)