La portavoz del Ministerio de Exteriores azerí, Leyla Abdulayeva, señaló que la Fiscalía Militar está al frente de las pesquisas y ha recalcado que «no fueron abiertas en respuesta a ninguna petición, sino en el marco de la siempre seria postura de Azerbaiyán sobre sus obligaciones internacionales».
Así, se rechazó las críticas occidentales a la situación y dijo que «le interesa saber qué llamamientos ha hecho esta gente ante los numerosos crímenes de guerra cometidos por Armenia ante la mirada de la comunidad mundial durante los últimos 30 años y durante los 44 días de guerra en 2020».
«¿Por qué ignoran el hecho de que minas armenias aún matan a civiles en Azerbaiyán? ¿No consideran que la colocación de minas antipersona en el territorio de otro país es un crimen de guerra cuando no hay operaciones militares activas?», se preguntó.
En este sentido, Abdulayeva hizo hincapié en que «la cúpula militar y política de Armenia es responsable, sin ningún tipo de duda, de que 250 personas, en su mayoría civiles, hayan sido víctimas de minas antipersona», según una nota publicada por el Ministerio de Exteriores azerí en su página web.
«Si los que piden cuentas a Azerbaiyán quieren demostrar imparcialidad y una postura justa, deben abordar la situación de forma exhaustiva, investigar los numerosos crímenes cometidos hasta ahora por Armenia y reclamar que los responsables rindan cuentas ante la ley. Si no, no es más que una afirmación sesgada a causa de la propaganda armenia», ratificó.
Bakú ha reaccionado así a la petición de Estados Unidos de una investigación completa e imparcial sobre los incidentes. Asimismo, el representante de la
Unión Europea para el sur del Caúcaso, Toivo Klaar, denunció la aparente ejecución de militares armenios a manos del Ejército de Azerbaiyán.
Los gobiernos de Armenia y Azerbaiyán acordaron a mediados de septiembre un alto el fuego tras los últimos enfrentamientos en la frontera, que se saldaron con más de 200 soldados muertos entre los dos bandos.
Los combates son los más graves desde 2020, cuando se enfrentaron en torno al control de Nagorno Karabaj, un territorio con población mayoritariamente armenia que es foco de conflicto desde que decidiera separarse en 1988 de la región de Azerbaiyán integrada en la Unión Soviética. (Europa Press).