«Todo el jurado se sintió conmovido por su valiente decisión, tomada en 2015, de acoger a más de 1,2 millones de refugiados de Siria, Irak, Afganistán y Eritrea. Es una lección que lega a la historia», destacó el premio Nobel de la Paz de 2018 Denis Mukwege en el comunicado de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
La directora general, Audrey Azoulay, alabó esa decisión de Merkel como recordatorio de que la «acogida de migrantes y refugiados es un desafío primordial».
«El sufrimiento es universal, las soluciones al sufrimiento deben ser también universales. La construcción de la paz también consiste en abrir las puertas a los que sufren», añadió Azoulay.
Merkel, quien fue canciller de Alemania entre 2005 y 2021, impulsó en 2015 algunas de las política europeas que en la crisis migratoria de 2015 en Europa facilitaron la acogida de millones de refugiados, 900.000 de ellos en Alemania solo en 2015.
Pero estas medidas controvertidas fueron muy criticadas en algunos sectores de la política alemana, especialmente en la extrema derecha, cuando algunos refugiados o solicitantes de asilo se vieron implicados en delitos muy sonados, como las agresiones sexuales de Nochevieja en varias ciudades alemanas.
El jurado, compuesto también por el ex director gerente del FMI Michel Camdessus, el escritor colombiano Santiago Gamboa Samper, el astronauta Thomas Pesquet, el actor estadounidense Forest Whitaker y la embajadora de Buena Voluntad de la Unesco Hayat Sindi, concedió además una mención especial a Julienne Lusenge por su compromiso con las víctimas de violencia sexual. (Swissinfo)