El Ministerio de Ambiente de Colombia informó el mes pasado de que la deforestación en las selvas y bosques del país sudamericano aumentó un 1,5% con respecto a 2020, alcanzando las 174.103 hectáreas.
La deforestación en la Amazonía del país aumentó un 3,3% el año pasado, hasta las 112.899 hectáreas, lo que supone más de dos tercios del daño total a nivel nacional.
La preservación de la Amazonía, la selva tropical más grande del mundo, se considera vital para frenar el cambio climático catastrófico debido a la gran cantidad de gases de efecto invernadero que absorbe.
La tendencia no mostró signos de desaceleración en los primeros siete meses de este año, según el grupo de monitoreo Amazon Conservation.
El grupo encontró que poco más de 62.320 hectáreas de la Amazonía colombiana fueron deforestadas hasta el 27 de julio, dijo a Reuters en un correo electrónico Matt Finer, director del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) de la misma organización, desde las 61.517 hectáreas en los primeros siete meses de 2021.
«En general, 2022 parece estar a la par con el año pasado», dijo Finer, quien aseguró que el final de cada año típicamente se ve una segunda ola de pérdida de bosques.
El izquierdista Gustavo Petro, que asume la presidencia de Colombia el domingo, se comprometió a implementar plenamente el acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC.
Su ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, dijo el miércoles a Reuters que aspectos del acuerdo como la reforma rural y la sustitución de cultivos ilícitos como la hoja de coca son cruciales para detener la deforestación y proteger el medio ambiente.
El éxito de las conversaciones con los grupos armados que operan en las selvas tropicales será vital para frenar la deforestación, aseguró a Reuters Rodrigo Botero, director general de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) de Colombia.
La FCDS informó en julio que más de 40.000 hectáreas fueron deforestadas en toda Colombia entre el 1 de enero y el 15 de febrero de 2022.
«De no haber avances significativos en los procesos de tierra y diálogos de paz, la situación podría ser significativamente superior al año 2021 como ha sido la tendencia del año 2022 hasta la fecha», advirtió Botero. (Reuters)