«En esta semana, por diversos medios de comunicación y redes sociales, hemos constatado actos de barbarie en la ciudad, en los que ciertos grupos violentos atacan a la ciudadanía con piedras y palos, incendian bienes inmuebles, bloquean vías, ponchan y queman llantas de vehículos, saquean y dañan la propiedad pública y privada, generando terror y pánico en la ciudadanía», denunció el alcalde en un comunicado.
Guarderas alertó además de que a este caldo de cultivo se le suman las nuevas convocatorias de asociaciones y movimientos sociales a «un levantamiento masivo» y que son utilizadas por «delincuentes» que no buscan otra cosa más que «la violencia y caos», y que atentan contra la vida de los ciudadanos poniendo en riesgo la prestación de servicios públicos.
Pese a esto, el alto funcionario local ha celebrado que Quito, hasta la fecha, haya podido «mantener activos» los servicios básicos gracias a haber desplegado todo el contingente operativo para que la capital no se paralizase.
Sin embargo, Guarderas solicitó a Lasso que se refuerce la seguridad en las calles de Quito y que «todo el personal y recursos de a fuerza pública salvaguarden la ciudad», incluso si para ello es necesario aplicar el estado de excepción en la capital.
Ecuador se encuentra sumido en un paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y otras organizaciones sociales por el alto coste de la vida. En el marco de las protestas ya se confirmó el fallecimiento de al menos cinco personas.
El presidente y la Conaie habían llegado a un punto de entendimiento para mantener conversaciones de negociación que, sin embargo, Lasso ha decidido romper debido al fallecimiento de un militar en un ataque en el que diez agentes resultaron heridos. (Europa Press)